El reconocido escritor mexicano José Emilio Pacheco falleció esta tarde en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, confirmó su hija Laura Emilia Pacheco.

En declaraciones a los medios de comunicación señaló que su padre tuvo un paro cardiorrespiratorio, “se fue tranquilo hace 20 minutos (18:25 horas), se fue en paz, murió en la raya como él hubiera querido”.

El galardonado escritor terminó el viernes “un inventario, el cual escribió para el recién fallecido poeta Juan Gelman. Hizo lo que hacía todas las noches, se acostaba a dormir, y ya no despertó”, refirió con llanto.

De acuerdo con Laura Emilia, el poeta y escritor mexicano será velado mañana a partir de las 12:00 horas en el Colegio Nacional, recinto que aseveró estará abierto para sus lectores.

El legado de Pacheco

Destacado representante de la poesía, la narrativa y la divulgación cultural desde hace más de medio siglo, José Emilio Pacheco rompió las fronteras culturales al establecer vínculos mediante las diferentes variables de su trabajo literario.

El autor fallecido este domingo escribió cuentos, novelas, editoriales, artículos, adaptaciones, guiones cinematográficos y teatrales, textos culturales y de investigación, que lo convirtieron en un clásico de la literatura contemporánea, de acuerdo con información difundida por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en su portal de Internet.

Su trayectoria literaria lo hizo merecedor de reconocimientos como el reciente Premio de Poesía del Mundo Latino “Víctor Sandoval” 2013, que le fue entregado durante la 15 edición del Encuentro de Poetas del Mundo Latino, en noviembre.

Para el escritor, guionista, periodista y dramaturgo Vicente Leñero, se trató de un amigo que desde su juventud le brindó aliento para continuar en el camino literario, refirió en declaraciones al Conaculta.

Esa visión fue respaldada tanto por la escritora y periodista Elena Poniatowska, como por la narradora, ensayista y editora Silvia Molina, quienes describieron al escritor con una actitud solidaria, generosa, además de culta y crítica.

José Emilio Pacheco Berny nació en la Ciudad de México el 30 de junio de 1939, vivió sus primeros años en la calle Guanajuato de la colonia Roma. Su madre provenía de una familia de empresarios procedente del puerto de Veracruz y su padre alcanzó el grado de general de brigada en 1927.

Pacheco emprendió la carrera de Derecho, sin embargo prefirió estudiar filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México, además de disfrutar de la lectura por sí mismo, compartió su interés con amistades como Carlos Monsiváis, Juan José Arreola y Sergio Pitol, de acuerdo con el portal electrónico biografiasyvidas.com

Hacia 1966 publicó su primer libro de poemas “Los elementos de la noche” y su texto de cuentos “El viento distante. El reposo del fuego”.

Durante este periodo se ganó el reconocimiento de distinguidos autores como Octavio Paz, Rosario Castellanos, Emilio Carballido, Carlos Fuentes, Juan García Ponce, Luisa Josefina Hernández y Juan Rulfo.

Hacia 1973 ya contaba con distintos premios y distinciones como el premio “Magda Donato” en 1967, por su novela “Morirás lejos”; el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, en 1969, por su poemario “No me preguntes cómo pasa el tiempo”; el Premio “Xavier Villaurrutia” en 1973, por “El principio del placer”.

Además compartió el Ariel con Arturo Ripstein por mejor historia original y arreglo cinematográfico con “El castillo de la pureza”, en 1973, y por el guión de la película “El santo oficio”, en 1975.

En 2010, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal le concedió la Medalla de Oro al Mérito Artístico y también la Universidad Nacional Autónoma de México lo distinguió con el Doctorado Honoris Causa por ser representante de la poesía latina del último medio siglo.

Asimismo, recibió el Premio “Miguel de Cervantes” 2009 por enaltecer el legado literario en lengua española, además en 2001, El Colegio de México le otorgó el Premio “Alfonso Reyes”, creado por esa institución.

Entre sus numerosas obras, figuran los libros “El principio del placer” (1972) y “Las batallas en el desierto” (1981), una de sus más leídas historias, que gira en torno a la nostalgia de un amor imposible.