Mucho se ha dicho sobre Diego Rivera, que si sus obras respondían a fines propagandísticos, que si sus rivalidades tenían fundamentos artísticos o que si era un Don Juan del siglo XX, sin embargo, algo que es indiscutible es el gran legado artístico que dejó en la historia del arte mexicano.

El 2016 se convertirá en el año de Diego en el DF porque se cumplen 130 años de su nacimiento, así que lo recordamos con un par de anécdotas sobre sus amistades y ¿por qué no? sobre sus rivalidades.

John D. Rockefeller Jr.

Este joven empresario pasó de ser uno de los industriales más famosos en Estados Unidos a uno de los personajes más controvertidos en la historia de este artista guanajuatense. Comisionó la creación y poco después la destrucción de un fresco que Rivera debía pintar para el vestíbulo del edificio RCA en la Ciudad de Nueva York.

La anécdota cuenta que casi al finalizar la obra, Rivera decidió incluir un retrato de Lenin, hecho que Rockefeller atribuyó como insulto personal y provocó que el empresario ordenara la destrucción del mural. Para nuestra suerte, ‘El hombre controlador del universo’, como se titulaba este mural, fue recreado en el actual Museo del Palacio de Bellas Artes.

Juan O’ Gorman

Este arquitecto vanguardista y amigo de la adolescencia de Frida Kahlo (esposa de Diego Rivera) fue quien creó las dos casas estudio de Kahlo y Rivera. Amigo cercano a la pareja, diseñó y supervisó el actual Museo Anahuacalli, que tendría como objetivo recolectar las más de 50 mil piezas prehispánicas que el muralista reunió a lo largo de su vida.

Se cuenta que la misma Frida recogía las figurillas que iban saliendo durante las excavaciones, para después catalogarlas para el museo.

Pablo Picasso

En Europa, Rivera logró relacionarse con grandes artistas como Alfonso Reyes, Cézanne y Mondigliani, pero es sin duda su relación con Pablo Picasso la que más llamó la atención. Ambos eran muy buenos pintores y es por eso siempre existió una rivalidad cobijada por la amistad. Tal como lo señaló en una entrevista Guadalupe Rivera, hija del artista, su padre pensaba que Picasso era un genio, aunque carecía de originalidad a tal grado que varios de sus amigos artistas solían esconder sus obras –para evitar posibles plagios- cuando el malagueño iba a sus talleres.

David Alfaro Siqueiros

La constante antipatía que existía entre Siqueiros y Rivera es muy famosa, sin embargo aún se desconoce si los motivos fueron únicamente por envidias artísticas o por inclinaciones políticas sumadas a probables rivalidades amorosas.

Por un lado, aunque considerado comunista, Rivera solía cambiar su postura constantemente, mientras que Siqueiros estaba casado con la corriente stalinista. El problema empeoró cuando Siqueiros intentó asesinar a León Trotsky durante el refugió que le ofreció Rivera.

José Clemente Orozco

Otra de las relaciones interesantes que tuvo Rivera fue con el muralista José Clemente Orozco, ya que éste sostenía que sus murales eran superiores a los de Rivera, y solía ofenderse ante la fama de éste en México y el extranjero. Es por esto que cuando se les comisionó la creación de dos murales distintos en los muros de Bellas Artes, Orozco no dejó de pasar por alto la oportunidad de competir cara a cara con su rival.

Amigos o enemigos, rivales o aliados, Diego Rivera fue un personaje que dejó más de 10 mil obras, cuatro esposas y más de 50 amantes en su haber. Desde mediados de este año y hasta principios del 2017, diversas mesas redondas, coloquios, publicaciones y hasta exposiciones retrospectivas encabezarán el homenaje a este grande.

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