Si ha habido un dibujante que ha marcado un antes y un después en las artes gráficas del siglo XX es Maurits Cornelis Escher (1898-1972), conocido por sus estructuras imposibles, sus transformaciones teseladas y sus mundos oníricos en una búsqueda dual entre el equilibrio, la simetría y los juegos de perspectiva.

Se han hecho innumerables publicaciones de sus obras, así como reproducciones originales de sus más de 400 litografías y 2000 dibujos. Sin embargo, llega hoy a nuestras manos un libro cuyo formato da una vuelta de tuerca al juego de perspectivas y percepción del propio Cornelius: “Desplegando a Escher” es un libro de arte que recoge una cuidada selección de las principales obras del artista y las presenta en láminas pop-up, proponiendo una nuev alectura, esta vez en volumen, de gráficos que ya en lámina parecían jugar con la profundidad y la percepción de la perspectiva del espectador.

Cabe destacar, antes de citar los parajes más interesantes de esta publicación, que Escher, no sólo no fue matemático, sino que además era un pésimo estudiante, quien, siguiendo los deseos de su padre, se inscribió en la Escuela de Arquitectura, donde estuvo exactamente una semana, tiempo suficiente para que su maestro de Samuel Jessurun de Mesquita le convenciera de estudiar artes pláticas.

Este espíritu contradictorio explica que en plena ebullición de las vanguardias artísticas europeas, en las que se recuperaba el uso de colores vivos, la luz y la libertad de las pinceladas hasta llegara la abstracción; Escher retomará técnicas en ese momento demodé: la litografía y la xilografía, que requieren de una precisión minuciosa, usará el blanco y negro y hará un arte si bien onírico, figurativo.

Algunas de las obras que podemos ver en este ejemplar bilingüe, español/portugués, son “Lazo de unión” portada de este volumen, (y que algunos podrán identificar como un guiño al Hombre Invisible); “Reptiles” cuyo impacto es mucho mayor en esta presentación pop-up, o “Balcón” trabajo en el Escher quiso instar al espectador a que no olvidara que no está frente a unaverdadera ciudad, sino frente a una lámina de papel. En sus propias palabras: “¿Que te niegas a aceptarlo? ¿Qué prefieres una imagen onírica? Pues entonces destruyo sin contemplaciones la lámina dibujando un bulto.” Un contradictorio e imprescindible artista gráfico en una de las publicaciones que más han podido sumar a su propuesta.

Reseña escrita por Xana Sousa @xanasousa_ (Comunicación Péndulo)

Cortesía de @El Péndulo
www.pendulo.com <https://www.pendulo.com>