El nobel Mario Vargas Llosa dio una reflexión sobre la realidad y ficción que hace en la obra “Kathie y el hipopótamo”, que estrena el día 19 el Teatro Español, nació de su experiencia real como “negro” literario de una adinerada dama que vivía en París y que tenía “ideas pero no palabras”.

Fue en su primer año en París, cuando de la beca que le habían hablado no había ni rastro y tuvo que ejercer los oficios más “pintorescos” para sobrevivir,contó en la rueda de prensa convocada para presentar la obra de teatro, que protagoniza Ana Belén y dirige Magüi Mira.

Uno de los trabajos “alimenticios” que tuvo que hacer fue para una “adinerada señora” que había hecho “un viaje por lugares exóticos y quería ‘escribir’ un libro”; así que, llena de ideas pero carente “de palabras”, le contrató a él como “negro”.

Le dedicaba todo el tiempo, esfuerzo e interés que le pedía ella, de la que no quiso decir ningún dato más. Pensó entonces que esa era una historia que quería escribir, “la de una señora que alquila a un ‘negro'” para materializar sus veleidades de escritora, y estaba destinada al teatro.

Cuando por fin lo hizo -se estrenó en Caracas, en 1983-, descubrió que tenía “muchas más ramificaciones” de las que nunca se había imaginado. Con ella ahondaba como nunca antes en la división entre imaginación y realidad.

“Es la primera vez que lo cuento en público y ya me arrepentí. Una vez conté que me había inspirado para una novela en un autor de radioteatro, y el lío que se montó fue descomunal. Espero que esta vez ustedes la deformen y la cuenten rápido”, bromeó.

“Kathie y el hipopótamo” es la historia de una mujer de la alta sociedad limeña que contrata a un profesor universitario, Santiago Zavala, para que escriba un libro sobre el viaje que ella hizo por Asia y África.