Gottfried Helnwein pintor, fotógrafo y artista vienés que este mes inaugura dos exposiciones en México, una en el Museo Nacional de San Carlos y otra en la Galería Hilario Galguera; y una instalación en la Plaza de la República– celebró su cumpleaños elpasado lunes 8 de octubre en nuestra ciudad. En Tenampa, ni más ni menos.

Acompañado por su esposa Renate y por Cyril, uno de sus cuatro hijos, llegó a la GaleríaHilario Galguera,vestido como una estrella de rock. Algo normal, si consideramos que es uno de los mejores amigos de Marilyn Manson. Su outfit era negro e impecable, y adornaba su cuello y manos con cadenas y anillos de plata. Durante la tarde y la noche no se quitó los lentes oscuros ni la banda negra con calaveras que llevaba en la cabeza.

En la galería conversamos con él, y descubrimos a un hombre sensible y amable, con una profunda visión artística. Nos habló de su obra y de su infancia en Viena en plena posguerra; de cómo un cómic del Pato Donald le cambió la vida y marcó para siempre su trabajo; habló sobre sus cuatro hijos artistas, y de cómo transcurre su vida dividida entre la intensidad de Los Ángeles y la calma en su castillo en Irlanda.

Gottfried se considera afín con México. Tiene muchos amigos y conocidos mexicanos, cuya compañía disfruta y los describe como “amigables y alegres, cálidos y dulces”.

Es, además, admirador de la historia y la tradición del arte en México. Para la instalación pública que presentará en la Plaza de la República, fotografió a niños mexicanos, experiencia que califica de maravillosa. Los niños mexicanos son, en su opinión, alegres e inocentes y a la vez, completamente serios y sinceros.

Al caer la noche, decidimos celebrar su cumpleaños al más auténtico estilo chilango, y nos dirigimos a la plaza de Garibaldi, al mero Salón Tenampa. Todos, incluidos Gottfried, Renate y Cyril, le entramos con alegría a los tacos de cochinita pibil, guacamole y queso fundido, así como a la cerveza y al tequila. Se acercó un grupo de mariachis y cantóLas Mañanitaspara Gottfried. Los chilangos sentados a la mesa cantamos despuésQuerida, Paloma Negray otras del repertorio obligado. Hacia las once de la noche comenzamos a despedirnos. Justo antes de la partida, tres jóvenes de una mesa vecina se acercaron y pidieron tomarse fotos con Gottfried, quien aceptó. Cuando ya se habían ido los Helnwein, una joven de la misma mesa se me acercó y me preguntó, ¿verdad que él era el vocalista de la banda?

Su pintura hiperrealista de niñas y niños lo ha posicionado como uno de los mejores pintores vivos en el planeta. Los ambientes macabros que recrea en su obra son una metáfora de la corrupción y violencia que reina en el mundo actual, y que destruyen la inocencia del ser humano, representada por los niños.

Gottfried visitó nuestro país para coordinar las exposiciones y la instalación.