Colores explosivos con el artista Jorge Tellaeche

Entré a un estacionamiento público sobre Bucareli y pregunté cuál era su estudio. Al fondo, entre los coches, me señalaron una bodega y, tras pasar una cortina que dice “Only enter with a smile” y observar numerosos botes de pintura acrílica, brochas y pinceles de distintos tamaños, supe que había llegado al sitio indicado. Ahí, el artista plástico Jorge Tellaeche me esperaba mientras hacía unos dibujos y escuchaba la canción “Sunny”.

Por Karina González Fauerman

“Encontré este lugar hace tres años; me desconecta del tráfico y del ruido y me conecta con el mundo. Me permite contar mi historia de una manera más auténtica o neutral. Es donde experimento procesos imaginarios de historias que hago realidad. Invito a que la gente explore, mueva y conozca los cuadros”, explica.

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Con 37 años, el también diseñador gráfico Jorge Tellaeche asegura que hay varias constantes en su trabajo: la honestidad, el sentido del humor y el uso del color de una forma explosiva. Se identifica con la magia y los tonos neones y brillantes del surrealismo pop.

A través de rostros que no tienen género o un oso con guantes de box, Jorge Tellaeche ha pintado murales que son sensibles a su entorno y al público al que van dirigidos.

“No puedo hacer un mural igual en la Condesa que en Azcapotzalco; no comunico lo mismo, pues ahí se viven cosas diferentes. Hay que ser responsable con el entorno y evidenciar el proceso creativo. Mientras pinto me han tocado personas que me quieren evangelizar, otras que intentan robarme un aerosol o señoras de la tercera edad con bolsas de mercado que apoyan mi trabajo”, apunta.

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Actualmente está elaborando una serie de figuras prehispánicas de cerámica con elementos robóticos que llevan a reflexionar sobre qué tan mecanizados estamos los seres humanos. Posiblemente las exponga en noviembre en la Ciudad de México, pero aún no se define la sede.

“Hoy en día pretendemos una falsa espiritualidad. Tenemos esta vida alterna digital en las redes que de alguna forma nos permite darnos baños de pureza”, considera Jorge Tellaeche.

La responsabilidad social es parte de su búsqueda. Por ello, diseñará una ludoteca y pintará algunas áreas de cárceles para la fundación Reinserta. Además, junto con Rodrigo Urquidi, su pareja, ideó Equipo, proyecto que consta de talleres para empoderar a los niños por medio del arte.

“En mi infancia fui chaparro y chiquito; era sociable pero retraído. Encontré mi lugar en la escuela a través del dibujo. Quiero recordarles a esos pequeños en zonas marginadas que también ellos son creativos”, concluye Tellaeche y se despide con sus tenis Converse que llevan dibujos de su autoría con la frase “Walls are for murals” (como una crítica hacia Donald Trump).

Chilango de hueso colorado

Aunque vivió mucho tiempo en Tijuana y en San Diego, Jorge Tellaeche es originario de la Ciudad de México y comparte lo que más le gusta de vivir en ella:

• Comida: chilaquiles verdes gratinados
• Edificio: Basurto en la Condesa
• Artista: Dr. Lakra
• Museo: Munal
• Espacio: Parque México
• Hobbies: cine, bailar y viajar