Una de las primeras lecciones impartidas en cualquier escuela de periodismo que se respete es el contraste de fuentes. ¿Escribes un reportaje sobre, digamos, la tauromaquia? Muy bien. Entrevistas a los de Greenpeace, pero también a Rafael Herrerías.

Scherer es, en sí mismo, una escuela de periodismo. Durante muchos años fue referente ineludible de quienes quisimos ejercer ese oficio. Sonadísima (ahora mítica) fue su salida del Excélsior que Echeverría se empeñó en silenciar; su codirección de Plural, su fundación de Proceso. No cabe duda de que Don Julio sabe hacer periodismo, y del bueno.

Precisamente por eso llama la atención que haya escrito un libelo, y de los malos.

Basado en una inquietud legítima (los rumores del alcoholismo de Felipe Calderón), Scherer se lanzó a una “investigación” constituida, básicamente, por varias entrevistas a Manuel Espino, ex presidente nacional del PAN, expulsado de ese partido desde mayo de 2010.

No es noticia que Espino habla desde el resentimiento. Aunque dice “llevar el alma pintada de azul”, es público que apoyará a AMLO o a Peña Nieto (no a Josefina) en la próxima campaña presidencial. El anuncio lo hará a finales de marzo. Es a este hombre a quien hay que creerle (¡ay!) cuando nos cuenta, más de seis años después de ocurridas (¡vaya timing!), las cuatro anécdotas que documentan el supuesto alcoholismo del Presidente.

Es éste un libro ligero, en más de un sentido: se trata de sólo 95 páginas de texto (si excluimos las poco más de 20 que conforman los anexos). La “nota” se encuentra (si creemos a Espino) en la confirmación del rumor de que Calderón es, eufemísticamente, “proclive a la intemperancia”. No se agotan las fuentes en el ex presidente nacional del PAN. También aparecen Alfonso Durazo, Gustavo Carvajal y Luis Correa Mena… Queda bien clara la perspectiva de quienes piensan que Calderón es (otro eufemismo) “de carácter hirviente”. ¿Pero qué hay de quienes consideran lo contrario? ¿Cómo se traza un perfil de cuerpo entero si no se observan todos los ángulos? ¿No mandan los cánones del periodismo contrastar las dos caras de la moneda?

No hay periodismo aquí; sólo la oportunista intención de atizar rumores y reforzar fobias, como si quienes no simpatizan con el Presidente necesitaran estos reforzamientos. Posiblemente por ello que incluso en tribunas como SDP Noticias, un portal informativo denodadamente lopezobradorista (SDP son las siglas de “Sendero del Peje”), haya voces como la de Anel Montero criticando lo que llama “el usufructo del chisme” en esta publicación de Scherer.

Imposible no leer este libro como parte de las batallas que se librarán en meses por venir en la arena política mexicana. La obra hace suponer que por parte de la izquierda se propinarán más golpes en este tenor, aunque uno esperaría de ellos más sustancia y menos estridencia. Por el bien del debate político en México, ojalá que, cuando se trate de confrontar ideas, pasemos pronto de los libelos a los libros.

Calderón de cuerpo entero

Julio Scherer García

Grijalbo

2012

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