Que si hay mucha gente, que si hay forma de meterse en la fila, que si hay que llegar a las seis de la mañana; mucho se ha dicho sobre esta magna exposición renacentista en Bellas Artes y casi todo es impreciso.

Por eso, nos lanzamos como simples chilangos para armar esta guía básica. Es la ruta corta para entrarle a “Miguel Ángel Buonarroti, un artista entre dos mundos” y “Leonardo Da Vinci y la idea de la belleza” sin caer en un oscurantismo medieval.

1. Antes

Lo básico es recordar tus días de escuela. Una breve repasada por algún libro de historia te ayudará a entender mejor todo lo que verás. No es necesario un ensayo de 10 mil palabras, con entender teocentrismo y antropocentrismo ya estás del otro lado. Ahora que si sabes quiénes fueron Tommaso Cavalieri y Francesco Melzi… la armas mucho más.

2. Filas

No necesitas llegar de madrugada, ni que fueras a comprar un teléfono. Se organizan tres filas: estudiantes y profesores, tercera edad y público general. Entre 7 y 9 am hay “poca” gente. Si llegas a las 8 te tocaría turno entre las 10 y las 11, e ingresas a la expo entre mediodía y la una. OJO: Los boletos se acaban. A las 2 de la tarde la taquilla puede ya estar cerrada.

3. Más filas

Primero te formas para comprar el boleto y saber a qué hora te toca. Luego, te formas en el lobby para subir la escalera y formarte de nuevo. Pasas el filtro y llegas a la entrada de la exposición donde, exacto, te formas otra vez. De hecho, casi todos mantienen la fila en la expo. Lo ideal es estar hasta adelante o hasta atrás del grupo para verla en “sentido contrario” y evitar aglomeraciones.

4. Miguel Ángel

Esta expo tiene tres ejes, obras del italiano –al inicio e impresionantes–, obras de otros que se inspiraron en él –a lo largo de todo el recorrido– y apuntes o bocetos –además de algunas esculturas–. Verás el estilo de Miguel Ángel, el uso de sus proporciones y de sus recursos, eso que se volvió clásico y se enseñó durante los siglos siguientes en las academias de arte, como San Carlos.

5. Da Vinci

La cereza es el “Códice sobre el vuelo de los pájaros”, pero hay tres –o cuatro– retratos que son obras de arte. Aquí las filas ya se rompieron un poco y puedes buscarte un muro libre para contemplar a placer, por pocos minutos, claro. Si te animas a esperar un lugar frente al citado códice, espera a que empiece el video explicativo y verás que se abre espacio.

6. Curaduría

Lo tengo que decir: mal. Fichas e iluminación “íntima” con “organización masiva”. Es demasiado obscura –¿qué pasó mi renacimiento?– y si no te enteras de qué va cada sección te puedes confundir, perder o simplemente aburrir. También tendrás tiempos muertos, muchos. Cada fila es de entre 30 minutos y dos horas; ve acompañado, al menos de un buen libro.

7. Organización

Fatal es un eufemismo. Se entiende, son 400 personas por hora, pero ese paso previo que te recomendamos y los videos que tienen podrían entretenerte mientras esperas para entrar desde que te dan turno. Digo, entiendo que esto pase en una clínica del Estado; a su favor está la fila para la tercera edad; lástima que se olviden de ellos ya que pagaron el boleto.

8. Cultura

Practica la tolerancia. Encontrarás desde esos expertos en arte que no paran de hablar hasta la viejita que se mete entre la obra y tu mirada, en ese espacio imaginario que le debemos a todo museo o galería y que de pronto nadie respeta. Empujar a la viejecilla –o callar al guía improvisado– debe estar vetado. Hazte a la idea de que habrá mucha gente.

9. El extra

Ya entrados en el tema, cruza la calle hasta el MIDE. “El Renacimiento hoy” es su actual exposición. A tu disposición –y sin tumultos– obras de los pintores y música de la época. Además de información sobre el comercio de entonces y sus efectos en la economía actual. Puedes participar en una subasta de arte y hasta acuñar tu propio florín, ducado o testón.

10. Extradoble

Ahora que si estás dispuesto a caminar un poco más, lánzate al Museo Nacional de San Carlos. Tienen dos exposiciones, “Renacimiento. Influencia imperante en estilos y escuelas europeas” y “Belleza Infinita”. Están centradas en eso que ya sabes del antropocentrismo y dan cuenta clara de la influencia renacentista en el arte posterior, con ejemplos desde el manierismo y hasta el barroco. Además, de alguna manera paga la deuda que Bellas Artes deja con Miguel Ángel.

¿Ya fuiste a Bellas Artes? ¿Te vas a lanzar?

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