El domingo pasado, mi chilanguita de 7 años yo llegamos al Museo Tamayo para disfrutar la exposición Obsesión Infitnita, una retrospectiva de la artista japonesa Yayoi Kusama.

Ya me habían contado que para entrar debía de hacer fila porque había mucha gente, así que fui preparada para todo. Llegamos a las nueve de la mañana, aunque el museo abre a las diez, quise llegar más temprano por si había gente. A las nueve de la mañana, eramos alrededor de 30 personas esperando entrar, conforme fueron pasando los minutos llegaban más visitantes, hasta que la línea llegó a Reforma.

Esta espera en particular me gustó mucho. Primero por la emoción de ver a tanta gente queriendo entrar a un museo y el ambiente que se hace en la espera, empezar a platicar con los demás o simplemente disfrutar el bosque de Chapultepec que rodea al Tamayo; esto fue lo que mi chilanguita disfrutó al máximo. Llevamos nuestro desayuno en una mochila e hicimos una especie de pic nic en la fila de espera. Mi hija corría por los árboles y observaba las plantas, además de que se hizo de una colección de piedritas que encontraba por el camino. Exploró por todo el lugar.

A las diez de la mañana, abrieron las puertas del museo y enfrente de las escaleras de la entrada principal se montaron unas mesas donde indicaban que había actividades infantiles. Ahí la gente del Tamayo realiza actividades artísticas para las niñas y niños que están en la espera de entrar y para el púbico en general. Mi hija hizo una máscara y varios dibujos. Me encantó la idea de que hubiera actividades para niños afuera del museo.

La fila empezó a avanzar de forma fluida. No pasaron más de 15 minutos cuando ya estábamos en la taquilla. Como el domingo es entrada libre, solo nos dieron una estampa y nos indicaron que nuestra hora para entrar a la exposición era las 11:15 de la mañana. Me explicaron que lo hacen por citas para que no se acumule tanta gente y se puedan disfrutar todos los espacios de la muestra.

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Yayoi Kusama (Getty Images)

Teníamos una hora más de espera. Cuando salimos del museo se escuchó la flauta de los voladores de Papantla, así que sabíamos a dónde ir. Disfrutamos del vuelo y nos maravillamos del ritual, cada volador sabe qué hacer y cómo, además de que la música que crean con la flauta y el tambor da un ambiente especial al lugar.

Entre el Museo Nacional de Antropología y el Museo Tamayo puedes hacer una caminata muy agradable. Hay fuentes planas que tienen como una especie de puentes, eso es muy divertido para los niños, mi hija lo disfrutó porque parecía que caminaba por el agua. También hay bancas grandes y cómodas donde te puedes sentar y disfrutar el paisaje y la gente. Para las 10:30 de la mañana se ponen dos puestos de tlayudas frente al Tamayo, están muy ricas, aunque te recomiendo que no les pongas salsa o le pongas poca porque está muy picosa. Otro tema es que en Chapultepec no pueden faltar las bombas de jabón para los peques. Yo comía tlayuda mientras mi hija hacía bombas de jabón; así pasamos un buen rato disfrutando el lugar.

Dieron las 11:05. Era momento de acercarnos al Tamayo. Fuimos a la puerta y esperamos a que diera la hora exacta para entrar. A las 11:15 nos dieron acceso a la exposición. Las dos horas de espera, el paseo por el bosque, los voladores de Papantla, la tlayuda y las bombas de jabón, fueron la perfecta preparación para lo que íbamos a disfrutar. Una experiencia llena de colores, formas y sensaciones que solo Kusama nos podía regalar.

Recomendaciones para visitar la exposición de Yayoi Kusama con chilanguitos:

*Llega antes de que abra el Museo Tamayo, vale la pena la espera y lo pueden hacer un momento divertido aprovechando el bosque.

*Dejen el coche en el estacionamiento, es mejor, más seguro y no es caro. Después de las 10 de la mañana se llena la parte de afuera, así que es más fácil encontrar lugar en el estacionamiento.

*Lleven comida y agua para la espera, también lleven algunos juguetes y bloqueador porque el sol está fuerte.

*Las actividades que realiza el museo están divertidas, así que si ven una mesa blanca frente al Tamayo, acérquense, vale la pena.

*También hay talleres especiales sobre la exposición de Kusama, estas son independientes al horario de tu cita. Los talleres son sábados y domingos a las 12:30 o a las 14 horas. Debes registrarte por lo menos con un día de anticipación. El registro es muy sencillo y efectivo, solo tienes que mandar un mail a Georgina Solano, encargada de la Sala Educativa [email protected] . Estos talleres son para niños y niñas, pero los papás también podemos participar. Están muy divertidos.

Lee la crítica de la exposición en:Obsesión infinita. Yayoi Kusama

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