Un buen plan para realizar con tus chilanguitos es visitar la Casa-Museo de Frida Kahlo, mejor conocida como Casa Azul.

En la primer sala, vimos el cuadro de una niña sentada en una silla, y esto dio pie para que nos quedáramos un rato platicando sobre el cuadro, hasta que mi hija descubrió unas figuras de acrílico con forma de monos araña que colgaban de las paredes. Seguimos la pista de estos monos y encontramos fichas informativas con esta forma también.

Resulta que cada sala tiene una tarjeta en forma de mono que le da información a los peques sobre los cuadros expuestos y propone actividades para hacer en la visita: contar cuántos autorretratos de Frida hay, encontrar diferentes herramientas en la cocina o investigar por qué a Kahlo le gustaba el color azul. Así nos enteramos que para la artista, esta tonalidad significaba amor, por eso su casa es de este color, la Casa del amor.

La visita se convirtió en una aventura divertida buscando la información y actividades que propone el Museo. Lo que más me gustó es que presenta a niñas y niños un viaje por el tiempo; una de las actividades es ver la colección de juguetes tradicionales que tenía Frida. Mi hija reconoció el trompo, el balero y le encantó ver las muñecas de trapo. Sofía hizo un vínculo con Kahlo a través de sus juguetes.

Yo me la pasé muy bien. También descubrí varias cosas mientras hacía las actividades con mi hija, por ejemplo no sabía que Diego Rivera tenía un hermano gemelo. Esos monos araña nos hicieron a aprender varias cosas.

Salimos de la casa y disfrutamos el patio un buen rato. Aquí también hay cosas por ver, como la colección de figuras prehispánicas o las diferentes plantas que hay en el lugar. Vale la pena sentarse sólo a ver el espacio verde y descansar un poco para seguir el recorrido. En el anexo está la exposición “Las apariencias engañan: Los vestido de Frida Kahlo donde muestran todos los utensilios ortopédicos que usaba Frida abajo de sus vestidos tradicionales y su actitud guerrera. Un espacio que deja ver la fragilidad de Kahlo. Aquí también hay museografía para niñas y niños, además de un taller para que vistan a su Frida de papel.

Terminamos la visita entretenidas, pero también con hambre y sed, así que fuimos a la cafetería del Museo. Es un espacio pequeño, decorado con algunas imágenes del México de los años cincuentas. Las mesas se encuentran en el patio del Museo, es agradable sentarse ahí para disfrutar de una última vista del lugar. El menú cuenta con molletes, enchiladas, tacos dorados, refrescos, agua y cerveza. Sofía probó los molletes y le gustaron. Una buena forma de terminar el recorrido.

Les recomiendo esta experiencia para salir a pasear con niños. Será toda una aventura de arte, cultura y diversión para chicos y grandes. Tip: No se pierdan las tortugas que viven en la fuente frente a la cafetería. Es toda una familia.

Casa-Museo Frida Kahlo
Londres 247. Col. Del Carmen, Coyoacán
Teléfono: 5554 5999
Horarios: Martes: 10:00 – 17:45 hrs.
Miércoles: 11:00 – 17:45 hrs.
Jueves a domingo: 10:00 – 17:45 hrs.