Las apariencias casi siempre nos engañan y a Olivia eso le pasó, pero el día en que un extraño mal vestido le tendió, literalmente, la mano, aprendió una gran lección de vida. A sus doce años, Olivia era una niña que se dejaba guiar por lo que veía a simple vista y vivía atemorizada por “Los rudos”, pero al conocer a Max todo cambió.

Nadie sabe qué persona puede llegar a ser una buena amistad y Max fue el amigo que le dejó a la pequeña Olivia aprendizaje y momentos inolvidables. La amistad nace cuando ella cae en un agujero que hay en la banqueta y recibe la ayuda de un viejo vagabundo. Desconfiada por el aspecto descuidado y sucio de Max, se niega, pero al no quedarle de otra, termina aceptando. Así comienzan a conocerse y a platicar: las confesiones, los pequeños y grandiosos regalos que sólo se dan dos amigos.

Max ayuda a Olivia a ver más allá de lo que tenemos a simple vista y usa trucos de magia que ayudan a la niña a sembrarle el coraje que debe tener para enfrentar a sus abusadores. Olivia le da cariño, atención y parte de su tiempo a Max. Y, así con pequeños y maravillosos actos de magia, chilanguitos y chilangotes se sorprenden y reflexionan acerca del respeto al otro sin importar su vestimenta, condiciones de vida o edad: en cualquier momento podemos hallar a un buen amigo.


Mi amigo Max

Sábados y domingos, 12:30 horas

*Hasta el 25 de agosto

Centro Cultural de BosqueTeatro Orientación,(Atrás del Auditorio Nacional),Admisión: $80

*Apta para niños de 8 años en adelante