De todos los restaurantes de comida rápida en el DF, Vapiano es el más lento… Que no se malentienda: es un buen híbrido entre servicio exprés y restaurante lounge. Su faceta de comida rápida resulta útil en momentos de apuro, pero la comodidad de su espacio, entre árboles de oliva y macetas de albahaca, invitan a prolongar la estancia y disfrutar en calma un par de expresos.

La verdadera magia del lugar es que no hay meseros. La idea es que tener una interacción directa con los cocineros en la barra en la que se ordena. Cada uno prepara la orden de acuerdo a los caprichos del comensal: más o menos ajo, cebolla, chile y condimentos. Al final, el gusto individual dirige la orquesta.

La oferta gastronómica es sencilla: pizzas, pastas, paninis, ensaladas y postres. El truco es que los ingredientes, como su mozzarella de búfala, son de la mejor calidad. El panini de pavo con prosciutto crocante y sopa de tomate es una alternativa de sabores francos y ligeros. Por otro lado el fettuccine al pesto con crema ofrece un gusto herbal y directo para aquellos que disfruten de una pasta al dente. De postre, el aterciopelado tiramisú acompañado de un té de frutos rojos, no tiene falla.