Servir comida china es un verdadero arte y si a eso le sumas que la cocción lenta es quizás la mejor forma de cocina, no te sorprenderá por qué este lugar es de los favoritos de los conocedores.

La fama de este lugar se la ha dado su platillo “the peking duck”, el cual lleva un proceso de 24 horas para prepararlo. Su cocina es una mezcla de olores, texturas y sabores que ofrecen una experiencia inolvidable a quienes la prueban.

Aunque sus horas más tranquilas son cuando cae la noche, en la tarde también puedes disfrutar de su terraza con vista a Reforma. También puedes aprovechar uno de sus salones para una cita de negocios privada  pedir una mesa junto a la chimenea. Lo importante es que pidas el pato.

Te podemos contar que en la carta hallarás opciones como los rollos primavera de camarón o el arroz con espárragos, pero la verdad es que nada importa si no pides el pato. ¿Ya lo habíamos dicho? Pato.