Al entrar al Shizo Lounge, da la impresión de haber invadido alguna casa del distrito de Osaka. Mesas bajas y amplias, sillas cómodas de acabado rústico, rodean una gruta repleta de peces koi, decorada con temática oriental. Así que antes de abrir la carta, el local te da un adelanto de la experiencia que te espera. Todo un banquete visual digno de contemplar. Así es como te recibe esta embajada de la comida fusión en la Colonia del Valle.

Aquí lo que predomina es el menú. Mismo que te recibe con entradas tan atractivas como el carpaccio de róbalo del golfo, el dragón roll y la joya visual (que tan sólo con verla, ya provoca pedirla) terciopelo rojo roll. Un rollo relleno de calamar empanizado, aguacate con topping de huevas rojas. Al tratarse de un restaurante fusión mexicano-japonés, no podemos dejar de pedir alguno de los híbridos que nos ofrecen: ceviche Bi (plato bandera de la casa) y ensalada thai. Platos aderezados con los sabores que todos conocemos de la cocina de nuestra abuela: chile guajillo y pimiento morrón.

La cocina está liderada por la talentosa chef Eri Kato. Quien durante un buen tiempo vivió en Japón para adiestrarse en las artes culinarias que nos trajo con generosidad. Su sazón está caracterizado por el balance entre lo salado, lo dulce y lo picante.

La comida es emplatada con gusto refinado pero sin escatimar en cantidad y no sólo eso, los platillos pueden ser acompañados de cualquiera de las 10 variedades de sake que adornan la barra o con algunos de los cocteles creados en base a este delicioso licor de arroz.

¿Una recomendación? El infaltable camarón al curry amarillo, el plato fuerte más servido del lugar. Hay que tratar de ir de martes a jueves porque de viernes a domingo, te arriesgas a quedarte con las ganas de probar un pedacito del Japón en la del Valle.