Este restaurante se encuentra en los cuernos de la luna y es que Elena Reygadas, cocinera y propietaria, fue reconocida en 2014 como la mejor chef de Latinoamérica, de acuerdo con la lista Latin America’s 50 Best (que todos conocemos como “lista Pellegrino”).

La casa en que se ubica es porfiriana y es considerada patrimonio histórico. El ambiente romántico de Rosetta llama la atención por las noches en la Plaza Río de Janeiro en la Roma. Desde el mismo parque llega el olor a pan hecho en casa. Las luces bajitas y la elegancia del lugar te pierden en una noche de copa y copa.

Elena Reygadas ha convertido este espacio en un must a la hora de visitar la zona. Desde que entras, el servicio es impecable. Los meseros, muy atentos, están siempre al pendiente de la bebida, y desde el principio te dejan saber las sugerencias de la casa.

Al ser un restaurante italiano, en la carta abundan platos típicos, como la burrata de entrada, que se da un quien vive con el tuétano. Prueba la totoaba, un pescado que estuvo en peligro de extinción y que volvió hace poco a las mesas. También hay un espacio para carnes, como rib eye, y una milanesa servida con jamón serrano. Lo que no te puedes perder es el pan, que es preparado en los propios hornos del restaurante y está presente en la mesa desde que llegas hasta que te vas.

Es indispensable dejar un espacio grande para los postres, que aunque no los presumen mucho, a la mera hora te dejarán boquiabierto. La recomendación es la lasaña de mango y fresa: cuando llega, literalmente es una lasaña, pero el sabor que abunda en este platillo es 100% frutoso. Para terminar, nunca está de más tomar un rico café. El ambiente es tan agradable que la sobremesa se puede extender por horas.

Este sitio luce mucho de noche con su ambiente romántico y elegante. Sin embargo, se le puede sacar mucho provecho a la hora de la comida. Es ideal para ir en pareja o en un grupo chico y disfrutar la manera en la que te consienten, desde los meseros hasta la comida.