Palominos es un lugar para carnívoros. Si pensamos en Sonora, lo que se viene a la mente son tres cosas: tortillas sobaqueras (enormes de harina), frijoles meneados (frijol bayo refrito con tres tipos de quesos) y cortes de carne. Y justo esos son los platillos estrellas de este lugar.

En Palominos presumen que sus filetes provienen sólo de ganado joven alimentado de grano en corrales y con técnicas de engorda que dan un marmoleado único a la carne. Por otro lado, asan sus cortes al carbón con leña de mesquite.

El filete de cabrería y actualmente el tomahawk (generosa y exquisita porción de costilla con todo y hueso, para dos personas) son las sugerencias del lugar, pero no podemos dejar a un lado el filete gallego (a la mantequilla) o el rib eye, todos servidos con las famosas sobaqueras y los frijolitos maneados. De postre, no pueden faltar las coyotas, elaboradas con harina de trigo y piloncillo. Durante la cena puedes disfrutar la música de trío.

Palominos actualmente está ofreciendo una gran carta de vinos mexicanos para acompañar sus platillos.