Sabor japonés en un sitio austero pero elegante. En Murakami encontrarás un menú diferente del que suele haber en este tipo de restaurantes y es aquí todavía conservan el estilo tradicional de la cocina japonesa. Manejan rollos y platillos calientes y asados, pero combinados y preparados a la vieja usanza japonesa.

Ejemplos de platillos son las nabes, una especie de sopa japonesa; los yakitoris, que son brochetas de diferentes ingredientes asadas al carbón, como las de diferentes piezas del pollo, entre ellas pedazos de ala, hígado, molleja, corazón, pollo con cebollín… que se pueden pedir por pieza, hay un menú especial de estas brochetas.

También está el okonomiyaki, un tipo de omelette de huevo con verduras y carne, pero que tiene una base de crepa de harina y que se decora con salsa de ostion y ralladura de pescado seco y jengibre. El menú es amplio. Entre los postres destacan el tempura de helado de té verde capeado con mermelada de fresa o chocolate y el taiyaki, galleta horneada en forma de pescado y rellena de frijol dulce.

Cuentan, además, con bebidas tan tradicionales como el sake y el sochu, un aguardiente estilo japonés y, por supuesto, tequilas, vinos y destilados para quienes se resisten a incursionar aún más en los sabores del Oriente.

*Hay un estacionamiento casi a lado del restaurante.