Morimoto es el único restaurante gourmet dentro del Camino Real y está considerado entre los mejores a nivel nacional por la alta calidad de su comida y excelente servicio. Buena parte de su materia prima es importada, de muy alto costo, pues la idea es ofrecer sólo lo mejor. Tanto que si se tiene suerte los comensales pueden participar del Festival de Carne Wagyu, certificada por Japón, y proveniente de la raza kuroge washu, con calidad A5 plus.

New York A5, rib eye A5 y filete de Wagyu A5 son las opciones de cortes que pueden ser preparados de siete formas diferentes, que el mesero explica. No hay un precio fijado para estos platillos sino que se cobra por onza (30 gr) y se obsequia un oshoku (como un caballito) de sake.

El menú del restaurante fue creado por el Iron chef Masaharu Morimoto. Su autoría y bien conocido sentido del humor son notables en cada platillo. Recomendamos el saute tako, que es pulpo con puré de apio-nabo, wasabi y reducción de soya- jengibre, así como el chirashi estilo Morimoto, que consiste de 10 a 12 diferentes tipos de pescados y vegetales en cama de arroz al vapor.

Para maridar los platillos sin estropear los suaves sabores de la cocina japonesa, hay una selecta carta de vinos, sake y licores importados. Los meseros están capacitados para apoyar al comensal sobre este tema. También ofrecen bebidas orientales, entre ellas la Morimoto, desarrollada por el propio chef.

La decoración es notable, el diseñador Thomas Schoos se inspiró en un barco para crear este lugar. Las lonas del costado de la terraza recuerdan las velas y, la recepción, el timón del barco. Pilares de madera, cuerdas y lonas hacen lo suyo por todo el espacio.