Al estilo de las parrillas mongolas de Estados Unidos, Mongo ha permanecido en el gusto chilango por años, de hecho son los únicos en seguir ofreciendo este concepto fusión en la ciudad. Su tercer sucursal en la Condesa ya cumplió su primer año y la gente lo sigue prefiriendo, ya sea por la variedad de ingredientes saludables y en su mayoría, bajos en calorías, o por la versatilidad de sabores que se pueden ordenar.

La barra cuenta con 60 ingredientes y se cobra según el peso de la mezcla, si te sirves más de 500 gr. Te dan arroz y sopa mongo de cortesía, si le atinas a un kilo exacto tu cuenta es gratis.

Dos cosas son muy interesantes en la comida de Mongo, la primera es que los ingredientes son los que aportan los sabores, no hay aditivos, extraños condimentos y preparados sofisticados. Tus ingredientes van salseados y todo va directo a cocinarse donde se le agrega un poco de agua con soya para que se cocine al más puro estilo oriental y, luego de una vuelta y media a la enorme plancha circular, tu plato está listo.

Todos los pedazos están cortados pensando en que conserven su sabor individual y que ajusten al tamaño de un bocado.

La chef Ana asegura que mucha gente va a Mongo para seguir una dieta pues ahí seleccionan lo que pueden comer y la cocción es estrictamente saludable.

El plato final puede ser muy abundante y delicioso. Los aromas de jengibre, ajonjolí y curry escapan en el vapor.

Algunas de las mezclas se pueden acompañar con una copa de vino, algo que es cada vez más frecuente. Su selección es sencilla y sin complicaciones.

Además de la barra existen otras especialidades como la el sushi tower, una invención propia del lugar que incluye aguacate, arroz, salsa tampico y camarón. Desde casa también puedes hacer tu mezcla y en 40 minutos disfrutar de tu platillo.