Ésta es una recomendación que corre de boca en boca; o, mejor dicho, de tuit en tuit: 140 caracteres que replican el menú de la semana que el restaurante postea en su blog (chicha171.worldpress.com).

Al llegar, te topas con un espacio algo descuidado y con una dueña que hace ajustes espontáneos a los platillos del día. Si te gustan los tratos completamente libres de protocolos, no tendrás ningún problema en acomodarte en una de sus pocas mesas (de preferencia una en la banqueta).

La cocina tiene un toque gourmet, sin muchas pretenciones. Su atractivo principal es que 50% de sus platos son vegetarianos. Hay días de verduras al curry con arroz, sopa de tomate con crutones o calabacitas con queso. Ricos, caseros y de porciones adecuadas.

La comida incluye agua del día pero nuestra recomendación es voltear a la minicarta de bebidas en la que hay cervezas como la Calavera, la Tijuana Güera o copas de cava por $45.

Para nostálgicos hay refrescos Lulú, noches de tapas (con rumba) y algunas actividades culturales acompañadas de menús temáticos.

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