La música y las sonrisas de cada persona que trabaja o come en La Burguesa te hacen creer que estás en el lugar más feliz de la ciudad o, por lo menos, de la Roma. El lugar es tan pequeño que terminas por convivir con todos: los que están sentados a tu lado, la mesera y el chef.

Es un sitio de lo más relajado con hamburguesas “de autor”. Al leer la carta puede que las sugerencias te parezcan una mezcla de ingredientes puestos al azar entre dos panes pero se lo han tomado en serio y los resultados son muy buenos.

Si ya eres un cliente frecuente y confías en tu chef interno, te pueden preparar la hamburguesa con los ingredientes que más te gusten.

No te puedes ir sin probar los helados hechos en casa. Pueden hacerlos casi de cualquier sabor. Entre los más populares están el de cajeta con galletas maría y el de Gansito… Recuéeerdalo. Otra opción para endulzarte la vida es el pay de queso ricotta con Nutella, frambuesas y nueces.