Hay un pequeño rincón en la Roma, con sillas y mesas de madera, piso a cuadros, amplios ventanales y una atmósfera que sólo podrías encontrar en Buenos Aires. Ese rincón se llama Franca Bistro y espera por ti.

Para empezar, no es un lugar costoso. No creas que se te irá ahí la quincena con sólo dos platos. Al abrir el menú, te das cuenta que todo es muy rico y nada pretencioso. Uno de sus atractivos principales es el desayuno, ligero y fresquisimo: cóctel de frutas con miel que puedes acompañar con yogurt o queso cottage a sólo $55

También hay una opción menos ligera y más sustanciosa, como los chilaquiles verdes o rojos con pollo a $75 o un sencillo pan francés con mermelada casera con frutos rojos. Todo, acompañado por un delicioso café de la casa, hecho con esmero y cariño.

En las noches, el lugar ofrece conciertos de jazz mismos que puedes disfrutar con la pequeña pero esmerada carta. Nada mejor que una rica pizza preparada al estilo argentino con queso, pepperoni y hongos o puedes probar la pizza de mar, hecha con camarones y pulpo.

Las pizzas tampoco son costosas, sus precios oscilan entre los $150 y $165 y bien valen la pena, tanto para compartir como para comer en soledad.

No sería un lugar con tintes argentinos, si no se ofrecieran cortes de carne. El más popular es el choripan con un costo de $80 y como si fuera poco, también tienen pastas: fettuccine con salmón y vodka, lasagna pero los favoritos son los sorrentinos rellenos de ternera, bañada en salsa pomodoro. Para chuparse los dedos.

Un buen precio, una linda atmósfera, un sabor delicioso y una clientela fiel son las razones por las cuales Franca Bistró debe ser tu parada oficial cuando vayas por la Roma.