Uno de los mejores sitios para ir a comer en el sur de la ciudad por su comida, servicio y programa de vinos. Pertenece a la pareja de chefs Nasheli Martínez y Abel Hernández, y a la sommelier Laura Santander.

El lugar es totalmente neoclásico en su diseño y cocina, que es una propuesta de comida contemporánea con toques afrancesados, como se puede apreciar en algunos de sus platillos estrella, como el crême brùlée de foie gras (servido con ensalada de arúgula, vinagreta de maracuyá y pasitas en vino blanco), la crema de mejillones (tartar de mejillones y crema al Pernod), el risotto con escargots y la carne de lenta cocción short rib a la bourguignon.

Los comensales cuentan con la asesoría de la sommelier de la casa para maridar sus platillos con alguna de las 280 etiquetas de vinos que manejan. El lugar se presta tanto para ir con los amigos, como para una cena romántica o una comida familiar dominguera.

Hay música ambiental, con una decoración totalmente neoyorquina en tonos grises y sillas de piel morada. A este lugar hay que ir dispuesto a dejarse consentir por los meseros y todos los involucrados que te harán vivir un experiencia que rebasa el paladar.