Platillos excelentes y pan del día recién horneado, en un ambiente muy agradable y romántico. De hecho, la experiencia inicia desde que caminas por la banqueta antes de entrar y te topas con el ex convento de los Camilos, un hermoso edificio colonial del barrio de la Conchita, en Coyoacán, que aloja en su interior a este restaurante.

La comida es tradicional, mexicana e italiana, por lo que combina a la perfección con este elegante edificio. Al interior, lo primero que llama la atención es la cocina abierta, corazón del restaurante, un gesto que te permite constatar la calidad e higiene con la que todos los alimentos están preparados.

Aunque los platillos son tradicionales, tienen un toque creativo con el sello del chef Raffaele Russo, nacido en Italia. Cada mes hay sugerencias nuevas. De su menú, te recomendamos los camarones el convento, acompañados de ajo, aceite de olivo y cayena o el pámpano a la sal (para dos personas), el aroma de este platillo te atrapa antes de probarlo.

Aquí el postre es imperdible, y si te gusta lo verdaderamente dulce, no hay nada como el pastel de chocolate, porque en cuanto lo pruebas, su sabor y consistencia te llevará al cielo.

Los viernes y sábados hay música en vivo muy versátil, pues abarca diferentes géneros. Durante el buffet de los desayunos dominicales también estarás acompañado por música, pero de marimba. Agrega un ambiente romántico y bohemio a este restaurante que resume todas las bellezas que ofrece Coyoacán, tradición, buena vibra y sabor.

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