Deliciosa comida casera en un comedor que se llena toda la semana por el excelente sabor y servicio.

Platos mexicanos, pitas, paninos, carnes, sopas, pollo y antojitos en un ambiente es 100% oficinesco. Tiene enormes pantallas de plasma en las que proyectan un canal de moda para que los ejecutivos se deleiten la pupila mientras comen, o para que las mujeres se intimiden y no pidan comida de más o pura ensalada.

Aquí la gente viene a comer temprano y se va rápido a trabajar, así es que si llegas después de las tres y media te tocará un comedor vacío y ya no tendrán varios de los platillos, que en general tienen un precio muy moderado y con muy buena calidad en sus alimentos.

Pide los sopes hechos con masa de gordita, con pechuga de pollo adobado, crema, queso y mucha lechuga, la cual hace desaparecer el remordimiento de comer sopes.

El caldo de pollo viene con verduras como zanahoria y papa, así como con pollo desmenuzado y un poco de arroz. Viene muy caliente y los ingredientes del caldo extremadamente suaves casi se deshacen en la boca en cada cucharada. La cebolla, las hierbas con las que lo cocinan y un poco de grasa son básicos para darle el sabor casero.

La sábana invierno viene muy delgada y limpia, y con un poco de queso manchego derretido sobre ella. El platillo trae como guarniciones frijoles, guacamole, que es casi puro aguacate, y pico de gallo, que al mezclarlos le dan un sabor delicioso a la jugosa carne.

El servicio es muy amable, aunque si está muy lleno, que por lo general es el caso, hay que repetirle al mesero lo que necesitas más de una vez. Abre para desayunos que también están muy completos y comidas de lunes a viernes, y cuenta con servicio a domicilio ya que es una zona de muchas oficinas.