Ya no hay que ir hasta Yecapixtla. Desde 2012 ellos traen la cecina y la longaniza hasta este lugar en la Narvarte, en el que las tortillas se hacen a mano y la frescura de los ingredientes se siente y se sabe.

La salsa favorita es la de chile de árbol. Esta es solo para profesionales, aunque si le pones un poco de crema, puedes aguantarla y disfrutar lo que le queda de sabor que no es poco. Si te rajas, prueba la salsa molcajeteada de chile serrano, que pica menos y por la que no tendrás que sudar como después de una carrera 10k.

Échale nopales o cebolla a los tacos, perfecto acompañamiento para canalizar tanto sabor en tu plato. Y, ¿por qué no?, que creas que estás comiendo un poquito de ensalada o, al menos, de fibra.

Entre taco y taco, su guacamole te llevará a la infancia cuando había más aguacate que agua: sabe a casero. No todo lo que brilla es oro, y aquí no todo lo rico son tacos. A los huaraches (de Ceci, longaniza con queso, campechano) y los chilaquiles, lo único que les falta es que te pidas otros para llevar.

De la casa: la Ceci especial, que lleva longaniza, queso y, obvio, cecina. Con dos o tres tienes pero si te echas más, no te vamos a juzgar. Es más, haz paro e invita.