Pocas cosas le llegan tanto a un corazón chilango, como los tacos. Los Compaches, nacidos en las entrañas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), son un gran ejemplo de ello, desde hace exactamente 50 años.

Han alimentado a generaciones enteras de alumnos con mucha hambre y poco dinero. Y se han ganado un lugar especial en el estómago de quienes, de lunes a sábado, comprueban que sus delicias figuran entre las más cumplidoras de la ciudad.

La leyenda nació en 1967 y sobrevivió un año después al terremoto más devastador en la historia del país. Hoy en día surte de tacos de bistec, carne enchilada, alambre, chuleta y una versión campechana, a todo el que llegue a sus dos sucursales. La primera en el Casco de Santo Tomás y la segunda en Zacatenco.

Los Compaches (que toman su nombre de una forma más familiar de decir “compadre”) tienen sus orígenes en Ciudad Neza, son baratos y están bien servidos. Cada uno cuesta 11 pesos y puede ir acompañado de una cantidad ilimitada de papas, arroz, frijoles, cebollitas curtidas, ensalada y sus salsas verde y roja, que no perdonan ni al más temerario en las arriesgadas artes de comer picante.

Los Compaches son un servicio a la comunidad

Foto: Orlando Tejeida

Esta taquería se caracteriza por servir todas sus especialidades sobre dos tortillas de harina; entre las que hay una capa de queso que les da un sabor único, más parecido a una “costra”, que a una “gringa”.

Abren de ocho de la mañana a las cinco de la tarde (o hasta agotar existencias). Y son los favoritos de los vecinos, estudiantes y maestros del IPN, así como de todos los oficinistas a la redonda.

Los dueños de Los Compaches aseguran que con sus precios y generosas porciones hace un servicio a la comunidad, porque todos hemos sido “estudihambres”. Cada miércoles tienen una promoción bien conocida entre sus clientes, y que le ha salvado la vida a la cartera de más de uno: consiste en tres tacos, más un refresco, por treinta pesos.

Taquitos cumplidores

Foto: Orlando Tejeida

Acércate hasta las planchas humeantes de este clásico gastronómico del IPN, pídete cualquiera de sus opciones, ponles de todo y comprueba por qué, después de medio siglo de existencia, sus aclamados puestos siguen enseñándole a propios y extraños que el mundo entero puede caber dentro de un par de tortillas.

Los Compaches te esperan con un taco servido en el Casco de Santo Tomás:

O en Zacatenco: