Chilango

Diner en Blanc, un festín parisino

Alexia Zúñiga

Más de 2 mil 700 personas se dieron cita ayer en punto de las 6 de la tarde para dar vida a la segunda edición de Le Diner en Blanc, en México. Todos los asistentes fueron transportados en autobuses a la locación secreta para el festín: la terraza del Lago de Chapultepec. 
 
El tráfico y la amenaza de lluvia no fueron obstáculo para disfrutar de la noche. Los invitados comenzaron el montaje de las mesas y sillas con música de jazz de fondo y mucha emoción por arrancar.
 
Como en la primera ocasión, la propuesta visual fue monocromática, los asistentes vestidos con el ya conocido dress code: todos de blanco. Cada invitado llevaba lo necesario para cenar: sillas y mesas en color blanco, manteles, servilletas de tela, centros de mesa con flores naturales, canastas de mimbre, velas, copas y vino, utensilios de cristal y madera, e incluso hubo quien llevó hasta jaulas con pajaritos y un gato vivo en una canasta.
 
La iluminación y la música en vivo fueron pieza fundamental para complementar el ambiente de la noche. Algunos optaron por llevar su comida home made, en las mesas se podían ver quesos, carnes frías, vino, fondue, quiche, burrata, foie gra, sushi prosciutto, tapas y una gran diversidad de ensaladas. Otros prefirieron comprar los kits de comida, que estuvieron a cargo de Enrique Kohlmann Banquetes, divididos en cuatro tiempos; para el plato fuerte se podía elegir entre salmón, pollo y filete de res.
 
A las 9:15 se lanzaron los globos blancos y se encendieron las luces de bengala, esta fue la señal de que era momento de pararse a bailar; entre luces y risas, la gente no tardó en abrir pista. Las mesas se empezaron a desmontar a las 10:45 para tomar los camiones de regreso al punto de encuentro. La siguiente parada fue el after, al que tenían acceso con el mismo brazalete de la cena, en donde recibieron a los invitados con whiskys y vodkas de cortesía. Ahí siguieron la fiesta hasta ya entrada la madrugada.
 
La cena y el after fueron un éxito, los asistentes quedaron fascinados con la cena y la selección del lugar. Seguro ya están ansiosos por recibir la tan ansiada invitación y conocer el lugar secreto de Le Diner en Blanc 2014.