NOTA DEL EDITOR: El siguiente texto fue escrito por la ganadora de #HallsContrata, Mónica Vera, quien obtuvo la oportunidad de convivir con el chef Mikel Alonso en el restaurante Biko y posteriormente escribir su experiencia en Chilango.com, siguiendo las recomendaciones del Pool Gourmet de Grupo Expansión y del Editor General de Chilango, Juan Luis Rodríguez. Este texto es su “trabajo final”.

Todo inició con un pequeño ensayo en el comedor de Grupo Expansión para simular una crítica gastronómica con Mariana Camacho, directora del Pool Gourmet de la editorial, que ya tiene bastante experiencia en ese ramo, y con Juan Luis Rodríguez, editor de Chilango, en conjunto para prepararme de la mejor manera posible para el día que fuera a Biko.

¡Por fin llegó el esperado día! Inicié con una larga platica con el chef Mikel Alonso, quien, cabe destacar, se portó de lo más lindo y amable conmigo; me ayudó a complementar lo que me habían enseñado en Chilango con experiencias y anécdotas que me contaba que había vivido desde sus inicios en la gastronomía, y a la vez me introducía al mundo de un crítico gastronómico profesional con bastantes conceptos que enriquecían mis conocimientos previos.

Gracias a esta experiencia, conocí más a fondo uno de los mejores restaurantes del mundo, Biko: gracias a su arquitectura y diseño magníficos, cubiertos de colores café y beige mates, el que entre se sentirá en una tranquilidad plena y en confianza; con ventanales hermosos que dan a una de las principales avenidas de Polanco; música de fondo bastante amena para poder entablar una deliciosa conversación; impecable y pulcro montaje de salón, digno de un restaurante de esa categoría, y con el detalle de que TODAS sus paredes tienen una inclinación de cinco grados con la finalidad de darle un poco de movimiento pero sin perder su estética.

Me introduje por un momento en la cocina (súper merecedora de tener actualmente el distintivo H): ordenada, impecable, con 18 cocineros en constante movimiento en sus distintas estaciones para dar inicio al servicio en punto de la 1:30 pm.

Posteriormente, llegó la hora de probar el codiciado menú de degustación de Biko, el cual es perfecto para conocer en sí su sazón. Empecé con un foie gras con crujiente integral que sin duda fue de mis favoritos. Tenía olor a semillas, frutos e hígado, ¡súper apetitoso! Con una consistencia cremosa y ese crocante delicioso de frutos rojos, la mezcla de texturas perfecta y sabores que atrapaban el paladar de cualquiera.

Continué con unos exquisitos mejillones en escabeche con chicharrón y yogur de guindilla con salsa de pimientos, que al olerlo te hacia viajar directo a un lugar fresco y soleado con una presentación muy coqueta.

En seguida llegó a mí una crema de coliflor en láminas y poro con aceite de oliva encapsulado con la consistencia perfecta y, bueno, el sabor… ¡DELICIOSO! Después, un pescado campechano del que, literal, me enamoré: con salsa y gelatina de tres chiles. Todo súper bien sazonado, pero no sobrecocido, de verdad me fascinó por su identidad única en el plato.

Y continuando con los orgasmos gastronómicos, llegó a la mesa algo que siempre voy a recordar: lechón al limón con chicharrón y salsa del mismo lechón, con una costra súper antojable y con ese ligero crocante al partirlo. Por dentro estaba suave y jugoso, en verdad mejor no podía estar, ¡sin duda fue mi favorito!

Al final llegó la hora de endulzarnos el día con una hermosa esfera de chocolate rellena de crema de limón (fue la mejor sorpresa) y sobre espuma de chocolate con crema inglesa. Cuando probé la espuma sola me supo un poco amarga, pero ya en conjunto con la crema inglesa se formó una de las mejores sensaciones en el paladar. La esfera venía con una capa ni tan gruesa ni tan delgada y la consistencia de la crema de limón era envidiable de verdad. Terminé fascinada y con ganas de volver a vivir todo eso.

Biko
Presidente Masaryk 407
Esquina con Calderón de la Barca
Col. Polanco Reforma
Tel. 5282 2064
LEE AQUÍ MÁS INFORMACIÓN