Seguramente cuando piensas en un restaurante argentino lo primero que te viene a la mente son cortes de carne. Este es un estereotipo que se ha arraigado mucho gracias a lo que generalmente encontramos en establecimientos de comida que presumen ser de esta nacionalidad. Pero así como México no sólo son sombreros, sarapes y tacos —y mucho menos tacos tipo tex mex—, en Casquet, un rinconcito argentino de la Narvarte, están apostando por cambiar el chip y mostrarle a la gente cómo se come realmente en una casa argentina.

“Lo primero de lo que se sorprende la gente es que no hay cortes de carne. Y es que claro, es con lo primero que asocias los restaurantes argentinos. Tampoco hay elementos futboleros por todos lados, tangos, ni colores blancos y azules: queremos que la gente viva una experiencia mucho más cercana a cómo se experimentaría en una casa argentina. Más allá de las ofertas comerciales que popularmente se ofrecen”, nos dice Javier Atayde, el fundador de este concepto.

Si no hay cortes, ¿entonces qué hay? Sobre todo, empanadas. “Queremos romper con la idea convencional de que la empanada es una entrada. ¡Por supuesto que no! La empanada es un plato fuerte. A mí me gusta compararla mucho con el pozole, porque creo que queda muy bien la analogía. Un pozole bien podría ser una “sopa”, pero en realidad ya es un alimento completo. En ninguna casa pides un plato grande de pozole y luego preguntas que qué hay de plato fuerte. Lo mismo pasa con las empanadas: con unas dos o tres empanadas y a lo mejor un buen postre la persona promedio queda más que satisfecha”. Las ganadoras son la empanada casquet y la de pino. ¿El precio por pieza? 30 pesos, mucho más que razonable.

Empanada Casquet

Foto: Pável M. Gaona

Pero también hay en la carta un platillo que, si vas a Casquet, tienes que probar: el “choriquet”. Esto no es otra cosa que un choripán 2.0, que en lugar de venir en medio de un pan partido —como tradicionalmente se prepara—, el chorizo argentino se hornea envuelto en masa y así es como llega a tu mesa. Se diría que es un embutido encapsulado, o una especie de bollo con relleno sorpresa. Claro que como todo choripán que se respete, puedes irle poniendo su buena dosis de chimichurri para redondear la experiencia.

Por otra parte —y ojo, esto es importante— este es de los pocos lugares de la ciudad donde puedes probar mate, la bebida tradicional argentina, como se probaría en los hogares de este país sudamericano. “Aquí les enseñamos paso a paso cómo “cebar” (preparar) mate: les ponemos la “pava” (tetera), el mate, la bombilla y en un rato estarán tomándolo como se bebería en las casas argentinas”, dice Javier.

Choripan

“Al principio mi suegra, que es argentina, nos decía que estábamos locos, que eso no se iba a vender, porque el mate es una cosa muy de casa: en Argentina el mate se bebe al interior del hogar. Pero al contrario: tenemos clientes argentinos que vienen precisamente por eso. Ah, hablando de otras cosas cosas muy caseras, tienen que probar las tortas fritas: son un postre tipo buñuelos que también la gente las come al interior del hogar y que a nuestros clientes que son argentinos les encantan”, nos cuenta Elizabeth Garduño, esposa de Javier.

¿Con qué acompañar estas famosas tortas fritas? Nada como un “submarino”: “el submarino es una cosa muy tradicional de los niños: nosotros te traemos hasta la mesa un vaso de leche caliente y una barrita de chocolate. El chiste es que tú la echas a tu vaso y lo vas “jugando” y disolviendo poco a poco hasta que se incorpora a la leche, por eso se llama submarino. Cuando se dan cuenta de que en la carta tenemos esa opción, nuestros clientes argentinos sonríen, porque les recuerda mucho a su infancia”, prosigue Elizabeth.

Por cierto, y ya que andamos en bebidas, si todo lo anterior no fuera suficiente, tienen una bebida refrescante llamada “tereré”, que es una especie de té helado preparado con mate que es un must para acompañar la comida. Ahora que si ya quieres algo más fuertecito, prueba la cerveza con mate, que es artesanal y sólo se vende en este lugar. También tienen diversos tragos exclusivos de la casa.

Casquet

Foto: Pável M. Gaona

En fin, razones para visitar Casquet sobran: en una de esas, si te animas a venir, te encuentras a Elizabeth o a Javier, quienes con la buena onda y la actitud relajada que los caracteriza, te acercarán a vivir una experiencia culinaria realmente argentina sin ninguna pretensión, pero eso sí, muy sabrosa. Y una cosa sí te aseguramos: vas a querer volver.

Palenque 154, Narvarte, mar-dom 11:30-23:30 h.