En el punto exacto donde convergen la calle Campeche y Medellín (en la Roma) hay un lugar para quienes estén arrepentidos de sus pecados gastronómicos y estén dispuestos a limpiar su alma a punta de cucharadas y sorbos.

Se trata de Alma Pura, un bar de jugos y cocina que no es vegano, ni vegetariano: solo expende comida saludable. Si eres carnívoro, encontrarás opciones a tu gusto. Sin embargo, es casi seguro que cuando veas todas las órdenes que salgan de la cocina, vas a quererle dar chance a sus platillos sin carne.

La idea de abrir este restaurante surgió de una extraña (pero conveniente) mezcla de intereses de sus socios: el mundo del surf, el cuidado del medio ambiente y la comida healthy.

Para esas veces que el cuerpo pide un descanso

Foto: Ollin Velasco

Cuando llegues al local te vas a dar cuenta. Aunque es chiquito, el sitio transporta de inmediato a una playa; tiene en las paredes, el techo y hasta el baño detalles que harán que te relajes y llegues más tranquilo a leer el menú en cualquiera de sus barras, mesas de madera o el tablón comunal.

La carta es pura creatividad. Sus jugos y smoothies tienen nombres de playas famosas del mundo; los shots, de islas; los desayunos, de sensaciones que todos tenemos al despertar; los sándwiches, de árboles; los bowls saludables, de términos relacionados con el cielo y con aves, y las ensaladas, de selvas.

Te recomendamos los hot cakes veganos para desayunar, o el bowl quetzal, con quinoa roja, filete de atún sellado, leguminosas y vegetales con aderezo de miso rojo. No obstante el wrap caoba, con crema de aguacate, germen de alfalfa y queso de cabra envueltos en una tortilla de espinacas, también es muy rico.

Alma Pura tiene una buena barra de jugos

Foto: Ollin Velasco

En cuestión de jugos, tienen una muy amplia gama y lo interesante es que te explican para qué te sirve cada uno de ellos. El Praia do Rosa, por ejemplo es súper antioxidante y tiene naranja, betabel, fresa, mango y arándanos, y su olor fresco te hace sentir por un momento fuera de tierras chilangas.

Nunca es tarde para regresar al buen camino, así que haz acopio de tu arrepentimiento y llega hasta Alma Pura para aprender la diferencia entre comer por hambre y alimentar tu cuerpo.