Si has tenido problemas para dormir, sensación de ansiedad o te cuesta concentrarte en el trabajo debido al calor, puede que estés padeciendo por el estrés térmico.

Y es que, además de la problemas fisiológicos como deshidratación e irritación de la piel, las altas temperaturas también pueden afectar tu sistema nervioso.

FOTO: JACK ÁLVAREZ JIMÉNEZ (CUARTOSCURO.COM)

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De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en años recientes "se ha observado un aumento del número, la magnitud y la duración de las olas de calor en el mundo debido al cambio climático".

Esto puede distintos tipos de consecuencias negativas para el ser humano. Por ejemplo, en el ámbito social y económico puede ocasionar sequías, incendios forestales, cortes de energía y daños a la agricultura y a la ganadería.

Fisiológicamente también puede ocasionar consecuencias como enrojecimiento en la piel, sarpullido, calambres debido a la deshidratación, agotamiento y confusión o pérdida del conocimiento. En casos graves de deshidratación también pueden darse accidentes cardiovasculares e insuficiencia multiorgánica.

Pero el calor también puede tener implicaciones en el estado de ánimo y en el rendimiento laboral.

¿Qué es el estrés térmico?

De acuerdo con el profesor Hugo Sánchez Castillo, de la Facultad de Psicología de la UNAM, el estrés térmico es "un estado que se induce por un aumento de la temperatura ambiental, y está particularmente asociado con un estrés tanto psicológico como metabólico".

En una entrevista publicada por UNAM Global, el especialista explicó que el estrés térmico se presenta en situaciones con altas temperaturas debido a la combinación de cuatro factores.

Dichos factores son la temperatura del aire, la humedad, el flujo del aire y la temperatura de los objetos que nos rodean. Dentro de este último rubro se pueden incluir máquinas que emiten calor y lo materiales con los que están construidos los techos, las paredes y los suelos de los edificios.

Si a ello sumamos condiciones como el hacinamiento que se puede vivir en casas, oficinas y, sobre todo en el transporte público, aumentan los factores que pueden producir estrés térmico.

Calor en el Metro de CDMX
FOTO: IVAN STEPHENS/CUARTOSCURO.COM

De acuerdo con el especialista, el estrés térmico puede ocasionar:

  • Problemas de sueño
  • Vértigo o mareo
  • Ansiedad
  • Tristeza
  • Bajo rendimiento laboral

¿Cómo combatir las consecuencias del calor?

El profesor Sánchez Castillo también emitió algunas recomendaciones para evitar los efectos del estrés térmico, particularmente en espacios laborales.

El experto recomendó trabajar en espacios ventilados. También que las jornadas laborales incluyan periodos de hidratación y permanecer en lugares frescos o con sombra.

En caso de tener que trabajar en espacios exteriores, se recomienda exponerse al sol lo menos posible, usar protector solar, portar ropa holgada de colores claros, hidratarse de manera continua y resguardar de la radiación solar a poblaciones vulnerables, como infancias y adultos mayores.

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