Dejar la carne y basar tu alimentación solo en plantas. ¿Lo has pensado? Probablemente no imagines la vida sin una hamburguesa o un filete. Pero es posible y hay muchas opciones en el mercado para que no extrañes la proteína animal y tu dieta sea saludable.

Si decides hacerlo, no solo debes prepararte para cambiar el menú, también para enfrentar los cuestionamientos de tus personas cercanas por ya no comer carne.

Dorothy Lerch Huacuja los ha enfrentado desde el primer día que decidió cambiar su dieta y dejar la proteína animal por tres razones: salud, por el tema del trato de los animales y por el medio ambiente. Eso fue hace dos años, cuando tenía 30.

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“Todos todos te cuestionan, como si fuera una decisión equivocada o mala”.

Con esos cuestionamientos llega el principal mito: cómo sobrevivir sin la proteína animal.

Andrea Fabre Hurtado, health coach e ingeniera en alimentos con especialidad en nutrición, explica que obtener la proteína que da la carne no es el problema, pues se puede obtener de alimentos como lentejas, garbanzos, nueces, y algunas verduras. La clave está en comer balanceadamente.

Los nutrientes que sí pueden presentar una baja por la dieta con base en plantas son el hierro y la vitamina B12. Pero con suplementos alimenticios basta.

Ahora vienen los beneficios: tener mayor rotación de de nutrientes, porque te forzas a darle una oportunidad a alimentos que antes no consumías, lo que te aporta fibra de buena calidad que te ayuda a tener una correcta digestión, explica Adriana.

“Expande tus horizontes de alimentación, porque cuando estás acostumbrado a una dieta acabas comiendo lo mismo siempre”.

Dorothy, abogada de profesión, dejó la proteína animal de un día a otro, pero con el acompañamiento de un especialista. Pero no siempre se tiene la fuerza de voluntad para hacerlo así. Por lo que Adriana recomienda que el proceso sea gradual. Que se intente primero una dieta híbrida que combine proteína animal y plantas.

“Dejar todo de golpe puede ser muy duro tanto físico como emocionalmente”, porque nos afecta dejar lo que nos gusta.

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Dorothy da tres tips para quienes quieren dejar la carne y basar su alimentación en plantas:

1)Asesorarse con un especialista en nutrición sobre las dietas vegana y vegetariana, para que tengan una transición saludable y paulatina para el cuerpo.

2)Buscar recetas en internet o acercarse a personas veganas/vegetarianas para ver qué cocinan y así no se aburran de comer siempre lo mismo y vuelvan a comer carne.

3)Acercarse a grupos o seguir gente en redes que tenga una dieta basada en plantas, para sentir que formas parte de una comunidad. Eso te ayudará a inspirarte y olvidarte de los cuestionamientos.

Tesoros de la tierra

La milpa no solo es maíz. Ella nos da una variedad de cultivos: quelites, calabaza, huitlacoche, entre otros. Te contamos más del aporte nutricional de estas superfoods necesarias en la cocina mexicana.

Conocido como “la trufa mexicana”, el huitlacoche es un hongo parásito del maíz. Pero lejos de verlo como una plaga, es un ingrediente apreciado en la cocina mexicana.

Lo encuentras en época de lluvias. Una quesadillita de huitlacoche te aportará ácidos grasos esenciales (Omega 3 y Omega 6), aminoácidos, fibra, fósforo y vitamina C.

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El huauzontle está formado de ramilletes de pequeñas flores verdes comestibles. Las encuentras de marzo a septiembre, según el Larousse Cocina. Tienen magnesio, hierro y son una buena fuente de proteína. Seguro los encuentras en forma de tortita con chile morita, que es el platillo más tradicional, o en un buen omelette.

Estas verduras tiernas son parte de la milpa. Un taquito de quelites te da hasta 6 gramos de proteína, riboflavina, tiamina, niacina, vitaminas A y C, además de ser fuente de calcio, potasio, magnesio, fósforo, hierro y zinc. Otras variedades que son parte de la familia de los quelites son: verdolagas, romeritos, quelite cenizo y rojo, chaya y chepil.

En quesadilla, sopa o crema, la flor de calabaza es fuente de calcio, fósforo y carotenoides – que son los que le dan ese color naranja – y ayudan a tener una buena vista. Requiere de mucha humedad, así que la encuentras en temporada de lluvias. La sopa de guías de Oaxaca no sería lo mismo sin esta flor.