La catalepsia, algunas drogas, el Síndrome de Cotard, la brujería y hasta los procesos legales han provocado que en las calles deambulen muertos vivientes o personas que actúan como zombis.

La vida después de la muerte despierta discusiones y debates, por ejemplo Jorge Luis Borges escribió que “alargar la vida del hombre, es alargar también su agonía”. Y en un tono irónico Efraín Huerta señaló en sus poeminimos: “Nomas por joder, yo voy a resucitar de entre los vivos”.

El fenómeno zombi generala curiosidad de saber si es posible resucitar un cadáver, por eso te presentamos siete casos reales de muertos vivientes y zombis.

Zombi de Miami

El 26 mayo de 2012 en un puente de Miami, un hombre desnudo fue sorprendido mientras se comía el rostro de un indigente, Rudy Eugene, de 31 años, estaba bajo los efectos de la droga sintética conocida como “séptimo cielo” o “sales de baño”,por eso atacó durante 18 minutos a Ronald Poppo, de 65 años.

Por negarse a detener el ataque, Rudy Eugene fue abatido a tiros por la policía y la víctima perdió la nariz, una parte de la cara y los ojos durante el agresión. El caso fue conocido como el “zombi de Miami”. Especialistas del Hospital Jackson Memorial de Miami aseguraron que el consumo de “sales de baño” causa paranoia extrema, agitación, alucinaciones y una fuerza fuera de lo común.

También Brandon De León, de 21 años, amenazó con “comerse” a dos policías e intentó morder a otro en un restante de Miami en junio de 2012. Durante su detención le pusieron una máscara antimordeduras y le amarraron las piernas, Brandon De León había consumido “sales de baño”.

Droga Zombi

El krokodil o la “heroína de los pobres” alertó a las autoridades de los Estados Unidos en octubre de 2013 cuando detectaron que la droga se come la carne y convierte a las personas en criaturas similares a zombis. La piel se torna escamosa de color verde o negra. Fue bautizada como la “droga zombi”, causa daños en las venas, infecciones en los tejidos, gangrena y necrosis. A los adictos al krokodil la piel les queda parecida a los zombis de The Walking Dead, la droga se come la carne de adentro hacia afuera. Se presentaron algunos casos en Chicago, Arizona y Oklahoma, además en Rusia y Ucrania.

En diciembre de 2013 se presentó el caso de una joven de 17 años con efectos del krokodil en Puerto Vallarta, Jalisco, y en los primeros días de 2014 se confirmó otro de un adulto mayor en Nogales, Sonora.

Polvo Zombi

Clairvius Narcisse, un campesino de Haití murió y fue sepultado en 1962, pero 18 años después se presentó frente a su hermana y contó que por una disputa de tierras el hermano de ambos recurrió a un hechicero vudú para convertirlo en zombi. Contó que tras su muerte fue resucitado, y obligado a trabajar, pero dos años después logró escapar.

Clairvius narró que le habían frotado “polvo zombi” que le produjo un estado similar a la muerte y que regresó a la vida cuando se desvanecieron los efectos.

69737Muertos viviente...

Muertos viviente… (Paris Alejandro)

El caso fue estudiado por el antropólogo canadiense Wade Davis a iniciativa del psiquiatra Nathan Kline, viajó a Haití y consultó a varios hechiceros vudú que preparaban el “polvo zombi”, mezclaban cráneos recién exhumados, extractos de diversos sapos, pescado puffer, entre otros menjurjes.

En su investigación encontró el “pepino zombi” que mantenía en estado de letargo a los resucitados. Davis relató su aventura en el libro The serpent and the rainbow y después fue llevada al cine. Hay quienes piensan que el “polvo zombi” sólo produce un estado de catalepsia momentánea, se simula una muerte y luego se exhuma el cuerpo.

Caníbal de la Guerrero

Partes del antebrazo recién fritas en un sartén, además el plato y los cubiertos tenían restos de la sangre de su víctima, incluso le ponía limón. Así encontró la policía capitalina la casa de José Luis Calva Zepeda, conocido como el “Caníbal de la Guerrero” o el “Poeta caníbal”, que fue acusado por las autoridades de canibalismo y triple homicidio en octubre de 2007.

La última víctima fue su novia Alejandra, a quien descuartizó y de quien guardó algunas partes de su cuerpo en el refrigerador y otras en un armario. La versión oficial es que el “Caníbal de la Guerrero” se suicidó en su celda del Reclusorio Oriente el 11 de diciembre de 2007.

Síndrome de Cotard

A finales de mayo de 2013, un hombre británico llamado Graham despertó sintiendo que no estaba vivo sino que era un zombi. Tres años antes al enfrentar una depresión Graham intentó suicidarse colocando un aparato electrónico encendido mientras se bañaba. Él asegura que tras fracasar perdió el sentido del gusto y el olfato, e insiste en que su cerebro está muerto. Los neurólogos lo diagnosticaron con “Síndrome de Cotard” o “Síndrome del muerto viviente”, una condición mental que hace pensar a la gente que es un zombi o está muerta. La actividad cerebral de Graham es similar a la de una persona anestesiada.

Toloache

Movimientos lentos, comportamiento confuso y atontado provoca la planta conocida como toloache. Los efectos del consumo generan falta de concentración, pensamiento incoherente, desorientación, angustia y nula distinción entre realidad y fantasía. Si alguien presenta estos síntomas podría decirse que es casi un zombi, pero está “entolachado”.

El toloache es reconocido en la medicina tradicional por sus cualidades antinflamatorias, analgésicas y combatir infecciones de la piel. En grandes cantidades, el toloache provoca efectos en el cerebro, crean un “autómata sin voluntad” que puede caer en la locura con un daño neurológico irreversible.

La escritora Elena Garro utilizó los efectos de esta planta para la construcción del capítulo 13 de su novela Los recuerdos del porvenir donde en el pueblo de Ixtepec los brebajes y la magia negra de Nieves embrujan al español Juan Urquizo a petición de Marta. Este fragmento de la narración fue utilizado por Café Tacvba para la canción Ixtepec que apareció en su segundo disco Re.

Muerto viviente

Legalmente está muerto por los tribunales de Ohio, pero Donald Miller sigue vivo. En 1986 desapareció para no pagar sus deudas. Ocho años después fue declarado muerto, su esposa e hijos recibieron apoyo gubernamental. En 2005 se presentó a solicitar un permiso de conducir y se encontró con la noticia de que estaba oficialmente muerto. Miller es un “muerto viviente” que busca apelar la sentencia del juez. En Ohio, un muerto no puede ser declarado vivo después de tres años de que se expidió el certificado de defunción.

¿Qué otras historias reales de ‘zombis’ conoces?