El año pasado supimos de Spider-Moy, un maestro de la UNAM de 27 años de edad que da clases disfrazado de Hombre Araña. Moisés Vázquez se pone su traje y combate a su archienemigo: la ignorancia.

Conocido como el único cosplayer mexicano que usa su identidad secreta para hacer del aprendizaje una experiencia más divertida, Spider-Moy es ya una leyenda viviente de la Facultad de Ciencias, en Ciudad Universitaria. Sin temor a burlas o descrédito, este superhéroe urbano comparte lo que aprendió en su carrera de Ciencias de la Computación.

Moises empezó como pasante ya da clases, aunque aún no es titular. «Actualmente doy Álgebra Superior I y Lenguajes Formales con otros colegas», nos platicó en entrevista. «Me inspiré en un episodio del cómic, en el número 661, en el que Spiderman va a dar clases a la Academia Avenger».

Spider-Moy tiene una fanpage en Facebook con más de seis mil seguidores, pero además cuenta con fama de buen maestro entre alumnos y profesores. «Seguro hay quien piensa que me oculto bajo el disfraz porque soy un mal profesor, pero yo lo veo como un extra, como la salsa que te regalan en la rosticería luego de comprar un jugoso pollo rostizado».

https://www.facebook.com/SpiderMoyOficial/

Ya como rockstar, después de pasar por medios nacionales e internacionales, su popularidad no le ha afectado en sus clases. «La fama no es algo que me interese, en realidad sólo disfruto que gracias a esto he tenido la oportunidad de dar charlas sobre matemáticas o clases especiales».

Moises hoy no sólo da clases en la UNAM, sino que también ha dado conferencias e impartido clases en algunas preparatorias e incluso en algunos foros de cómics. Pero lo que más le gusta de su labor es la retroalimentación. «Sin duda el que da clases aprende cinco veces más. Y eso resulta de preparar la clase, de convivir en clase con los alumnos a través de las dudas. Me gusta extender la invitación a mis clases y los que han ido se han quedado contentos».

Los mensajes que Spider-Moy quiere dar con esta manera de llevar a cabo su trabajo son claros: «Quiero que la gente sepa que aprender y enseñar puede ser algo divertido, que los que nos dedicamos a la ciencia no somos gente cuadrada y que somos personas apasionadas y llenas de sueños. Además todos podemos aprender y estamos en la mejor era para hacerlo».

Si quieres conocer a un superhéroe cuya arma principal es su dedicación por enseñar, vete a dar una vuelta a la Facultad de Ciencias y convive a este personaje que, desde su trinchera y su peculiar forma de trabajar, está haciendo algo positivo para cambiar al mundo.