Después de todo lo que hemos vivido a partir del sismo del pasado 19 de septiembre de 2017, no es raro que te preguntes «¿qué sigue?». Aunque tu casa o depa no se haya dañado, es normal que te preocupes por la posibilidad de perder súbitamente todo tu patrimonio, como le ha pasado -por desgracia- a muchos chilangos.

Un seguro de hogar es una opción recomendable para proteger tus bienes.

Algunas personas tienen seguros de vida y también tienen asegurados sus coches, pero no todos saben que también existen para el hogar. Asegurar vivienda no es un hábito común en nuestro país. Si eres dueño de una casa o departamento sabrás lo mucho que significa ese patrimonio, uno de los bienes más importantes. Los datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) dicen que sólo el 4.6 por ciento de los hogares en nuestro país están asegurados, cifra que en realidad es muy baja.

Existen, en general, tres tipos de seguros: para propietarios o quienes están en proceso de adquirir el inmueble, para inquilinos y para quienes tienes tienen propiedades en condominios.

Según la Condusef, puedes proteger tu casa ante estos eventos:

  • Terremotos y/o erupción. Este seguro cubre daños a la estructura física del inmueble.
  • Daños inesperados. Afectaciones en la construcción, causadas por incendios, rayos o inundaciones.
  • Robo y/o asalto. Estarán cubiertos los objetos que se encuentren dentro de tu casa (muebles, utensilios).
  • Rotura de cristales. Interiores o exteriores. Incluye decorativos o utilizados como cubiertas.
  • Joyería. Relojes, pieles, orfebrería y tus joyas estarán asegurados siempre y cuando hayan estado dentro del inmueble.
  • Equipo electrónico. Tus equipos estarán cubiertos ante daños o robos (también deben haber estado dentro del inmueble).
  • Fenómenos hidrometereológicos. Aunque en CDMX sería un poco más difícil ser afectado por alguno de estos fenómenos, nunca está de más. Cubre las pérdidas o daños físicos directos ocasionados por avalanchas de lodo, granizo, helada, huracán, inundación, golpe de mar, marejada, nevada y tiempos tempestuosos.
  • Responsabilidad civil. Esto es importante, pues te cubre a ti y a tus familiares y algunos terceros, ante daños que puedan ocasionar debido a algunas acciones no intencionales (incendios, cristales rotos, daños a la construcción, etcétera).  
  • Gastos extraordinarios. Esta cobertura establece, por ejemplo: el pago de la renta de otra vivienda, en caso de que la casa asegurada no pueda ser habitada por incidentes que generen reparaciones en el hogar y/o la remoción de escombro.

El seguro puede cambiar dependiendo la zona de la ciudad en donde vivas. Por ejemplo, según datos publicados en julio de 2017 por la Condusef, el seguro de una casa habitación con un valor de $1,500,000 pesos, ubicada en la colonia Pedregal de San Nicolás, Tlalpan (considerada una zona de riesgo medio, sísmica 2), cotizado con Seguro de Casa Habitación de HSBC, tiene un costo anual de $6,745.32 pesos. Por otro lado, la misma casa pero en la colonia Narvarte Oriente, Benito Juárez, una colonia que está en una zona de alto riesgo (sísmica 3), pagaría por el mismo seguro anual un total de $11,1918.96 pesos.    

Te decimos qué cubre un seguro de hogar

Foto: Eduardo García Manríquez

¿Cómo te paga tu seguro?

Es muy importante que documentes todo con fotos, desde que contratas, para que quede registro de las condiciones normales de tu vivienda. Después del percance, también toma fotos. Lo primero que debes hacer cuando tu casa o depa haya sido afectada, es contactar a tu compañía de seguros. Ellos necesitarán el nombre del titular o el número de tu póliza, números de contacto, la dirección del inmueble asegurado y el reporte completo de lo sucedido. Después se te asignará un ajustador, quien agendará contigo una fecha para evaluar los daños del inmueble. A partir de entonces, de acuerdo con las cláusulas de tu seguro, el ajustador determinará según su criterio qué parte corresponde pagar a la empresa.

Habrá un monto máximo, según el tipo de seguro contratado. La cantidad debe ser visible en el contrato que firmes. Todo será con base en el valor total del inmueble, el costo de la reparación, reconstrucción, adquisición o instalación de los bienes que resultaron afectados por otros que sean iguales o similares a los que se tenían cuando el seguro fue contratado. Si ocurre algún percance que sí cubra tu seguro, luego de evaluar la situación, el seguro determinará si hay que remodelar o reconstruir. Después hará una cotización con base en el monto máximo.

¿Qué no cubrirá el seguro?

Si las aguas subterráneas o freáticas se filtran en los cimientos o muros y causan fracturas, el seguro no se hará responsable. Tampoco si hay hundimientos, desplazamientos, derrumbes, deslaves, expansión, asentamiento, contracción o agrietamiento en los bienes asegurados.

¿Qué debes tener en cuenta si vas a contratar un seguro?

Valor de la construcción. No puedes mentir en el valor de tu vivienda, la aseguradora puede detectarlo. Si lo hace, disminuirá tu indemnización. Entre más cueste tu vivienda, mayor será el monto que pagarás por tu seguro.

Edad de la construcción. Esto importante: Si tu edificio es muy antiguo, el costo del seguro también se elevará.

Riesgos que puedan existir en tu ubicación. Sabemos que la CDMX se encuentra en una zona sísmica, donde también ocurren inundaciones, así que es preferible centrar tu seguro en ello para no pagar por una cobertura ante huracanes o nevadas, algo que no ocurre en la ciudad.

Daños que puedan ocasionar terceros. ¿El edificio de al lado está en mal estado?¿Podría existir riesgo de incendio en la casa junto a la tuya? Verifica eso para que la aseguradora te asesore.

Debes tomar en cuenta las características. La cantidad de pisos que tenga tu inmueble, el nivel en el que se ubique, los acabados y su valor. Todo esto cuenta para determinar el monto total del seguro y la cantidad que pagarás por él.

Es importante saber que, al contratar uno de estos seguros, no significa que toda tu casa y pertenencias estarán aseguradas. Siempre lee con atención todo y comunica tus dudas antes de firmar, así sabrás lo que está cubierto y lo que no.

Recuerda que debes comprobar, en todo momento, que eres propietario del inmueble y de todos los bienes dentro. Contrata seguros que cubran daño o pérdida del inmueble y también uno que cubra tus bienes en el interior. La mayoría de las compañías conocidas tiene este tipo de seguros. Compara entre varias para ver cuál es la que más te conviene.