El domingo 26 de febrero una carroza fúnebre fue escoltada por aproximadamente 30 vehículos en la calle Manuel Doblado, entre Lecumberri y Joaquín de Herrera, a unas cuadras del Templo Mayor, en el Centro Histórico. Mientras algunos asistentes gritaban arengas para despedir al difunto, cuatro hombres, divididos en la delantera y en la retaguardia, desenfundaron sus armas para hacer lo mismo, pero disparando al aire.

Así fue el cortejo fúnebre realizado a Jaime Ronco, líder de Los Jaimes, un grupo que desde hace más de 10 años cobraba por derecho de piso a los comerciantes en Manuel Doblado.

Su muerte ocurrió el viernes 24 de febrero, a las siete de la noche: Ronco acudió a cenar a la Lonchería Yolis, un restaurante conocido en la delegación Venustiano Carranza; estacionó su camioneta en la calle Platino, esquina con Congreso de la Unión. Recibió tres balazos antes de que pudiera ordenar nada.

Desde hace más de dos años, los comerciantes de la calle Manuel Doblado exigían a las autoridades liberar el espacio de vendedores ambulantes para terminar las extorsiones. Lo único que consiguieron fueron mesas de trabajo con la Delegación Cuauhtémoc y Gobierno Central. Nada se ha resuelto desde entonces.

Jorge Mercado, quien encabeza esta asociación de los comerciantes establecidos, sospecha que el asesinato del líder signifique que otros grupos delictivos se disputen la zona.

«Nos preocupa —dice—. Porque es la lucha por la calle. Tememos que sean grupos grandes como la Unión de Tepito. Hace poco fuimos a contratar a dos policías auxiliares para cuidar una plaza en la calle Lecumberri, y los mismos policías de la jefatura decían que esa zona ahorita está muy caliente».

Desde que Ricardo Monreal llegó a la delegación en 2015, Mercado lo buscó para solicitarle ayuda. Apenas poco más de 15 días tuvo la primera reunión, donde el delegado se comprometió a retirar a los ambulantes y a acabar con las extorsiones.

Desde el año pasado, grupos vecinales de las colonias Roma, Condesa y Centro han solicitado audiencias, luego de que el Observatorio Ciudadano de la Ciudad de México publicara un reporte en el que ubica a la Cuauhtémoc como la delegación con mayor incidencia delictiva en homicidios dolosos y la tercera con mayor tasa de carpetas de investigación por extorsión.

«El trabajo se lo encargó a Zuleyma Huidobro [exdiputada federal a quien Monreal ingresó en su gabinete bajo la figura de Fiscal Anticorrupción y que actualmente ocupa el cargo de Jurídico y Gobierno], pero que no me pueden dar fecha todavía. Ella minimizó el asesinato diciendo que era un asunto entre familias. Al final Monreal nos prometió que por lo del asesinato y las extorsiones se iba buscar al procurador [Rodolfo Ríos Garza]».

Los Jaimes solían cobrar a los puestos ambulantes cada semana una cuota que alcanzaba los mil 600 pesos, mientras que a los establecidos exigían una suma de alrededor de dos mil pesos mensuales. Si estos últimos se negaban a pagar, Los Jaimes ordenaban instalar un puesto informal justo frente a sus negocios para tapar el acceso.

En época navideña, Jaime Ronco solía caminar el tramo de Manuel Doblado que le correspondía, desde Miguel Alemán hasta Eje 1 Norte. Antes de su muerte, justo en el cruce con Lecumberri, era común observar a su gente con radios de mano que utilizaban para comunicarse.

Sin embargo, luego del asesinato del líder ya no se observan los mismos comportamientos. Una aparente calma que a los comerciantes tiene intranquilos.