6.- Preguntar, preguntar

Dependiendo de si es nivel preescolar o primaria se deben considerar algunos aspectos específicos, pues los niños que acuden a preescolar no son completamente autosuficientes, por lo que la preparación del personal resulta fundamental para garantizar que además de aprender están debidamente atendidos. Es importante indagar en el historial de la escuela, tratar de sondear con personas que ya usan sus servicios y, sobre todo, conocer al personal, desde vigilantes e intendentes, hasta profesores, asistentes y directivos. Una fuente confiable son los propios estudiantes y sus padres. Un padre decepcionado nunca será objetivo, pero puede dar información clave. Contrastar versiones no es dañino: se trata de nuestros hijos y el espacio en el que se desenvolverán y se forjarán.

7.- Qué preguntar en la escuela

Una vez que llegamos con la persona encargada de brindar información, tenemos todo el derecho de preguntar hasta satisfacer por completo cualquier duda o inquietud, incluso si la pregunta puede resultar poco cómoda. De todo eso depende evitar en lo posible cualquier sorpresa. Es aquí donde nuestra lista de expectativas entra en juego y entonces podremos conocer los horarios para saber si se adecuan a nuestra rutina de trabajo y si hay la posibilidad de que los niños permanezcan tiempo extra (en talleres deportivos o artísticos) en caso de ser necesario. Si esto es posible también es necesario saber qué servicios presta la escuela en tiempos extras: si la enfermera o médico permanecen en la institución, si hay servicio de cafetería en esos horarios (los niños que participan en actividades extracurriculares usualmente tienen horarios de comidas poco regulares), etc.

Es importante que nos informen en qué casos los horarios habituales de la escuela pueden variar; por ejemplo, hay algunas escuelas que acortan sus horarios de clases en días específicos y es importante saberlo para estar prevenidos y tener la seguridad de que nosotros o alguien más puede pasar a recogerlos.

Otro aspecto importante a preguntar son todos los detalles del servicio de transporte en caso de requerirlo, el menú de la cafetería, la frecuencia de actividades como festivales, celebraciones y clases con padres, y los horarios y duración (para saber si podemos adaptar nuestros horarios de trabajo y asistir).

8.- Antes que nada, es un contrato

El aspecto académico es fundamental por lo que hay que tomarnos nuestro tiempo y preguntar qué tipo de sistema implementan, los horarios que se destinan a actividades como educación física, idiomas etc. Atención: si a la hora de dar información del método usan términos rimbombantes que no se entienden, es probable que pase exactamente lo mismo en clases con los niños. También hay que preguntar cada cuándo se realizan las evaluaciones y los aspectos que se toman en cuenta, qué tipo de valores se trabaja con los alumnos etc. Hay que ser lo más objetivos posible con cualquier atributo que parezca exagerado: ‘somos los número uno de la zona en la prueba ENLACE, o en el concurso de Matemáticas del consejo…” etc. Eso no es garantía de que nuestro hijo sólo por estudiar ahí se convierta en el mejor de los alumnos.

Otro detalle importante: si instruyen a los alumnos en religión y nosotros ni siquiera la profesamos, entonces lo condenamos a una segregación del grupo. Cuidado.

9.- Pagos y políticas

Las políticas de pago son otro aspecto fundamental, las fechas en las que deben realizarse, los intereses moratorios y si hay alguna cuota extra en el costo de los uniformes o restricciones para comprarlo con un solo proveedor (algunas escuelas tienen su proveedor de uniformes o útiles ‘autorizado’, que vende las cosas al triple de su precio en el mercado). El costo real se puede calcular sumando gastos anuales por inscripción, uniformes, útiles escolares, cuotas adicionales (asociación de padres de familia, excursiones, festivales, etc.), y mensualidades. Si hacemos un cálculo sin tomar en cuenta los detalles, podemos resultar engañados pues quizá la colegiatura mensual es barata, pero los detalles de las ‘letras chiquitas’ son para irse de espaldas.

No hay que olvidar indagar sobre las posibilidades de una beca y cuáles son los requisitos que hay que cubrir, además del porcentaje y la forma en que se aplican los descuentos. Una beca es un premio para los alumnos que hacen las cosas bien, y quien la ostenta tiene un motivo de orgullo.

10.- El historial del alumno es importante

Si cambiamos de escuela a nuestros hijos o si pasan de nivel preescolar a primaria con otro sistema de aprendizaje al que llevaron durante un período, es importante preveer el tiempo y el apoyo adicional que puedan necesitar para adaptarse al nuevo método. Como padres, debemos aportar toda la información que consideremos pueda ser de utilidad para hacer el proceso más rápido y efectivo.

Recuerda que en nuestra edición impresa de enero hay un estudio de varias de las escuelas más importantes de la ciudad.