Rehabilitar un animal requiere un esfuerzo titánico y una inversión económica que supera las decenas de miles de pesos. Ser pet friendly en nuestra ciudad parece cosa de todos los días: existen boutiques para gatos y hasta cerveza especial para perros. Sin embargo, en la ciudad hay al menos 1 millón 200 mil perros callejeros y, según la Secretaría de Salud, al mes son sacrificados cerca de 10 mil.

Organizaciones como Koncientizando por un Mundo Mejor trabajan desde hace años para intentar rehabilitar —con atención clínica y psicológica— a estos animales. A la fecha ha logrado más de 1200 adopciones, 500 rehabiltiaciones, 1600 esterilizaciones y 200 cirugías ortopédicas. Pero pocos son conscientes que estos logros no son fáciles y, sobre todo, no son gratis.

Dos casos: Mojoe y Luna

Foto: Koncientizando por un mundo mejor

Los últimos casos de Koncientizando son Mojoe y Luna Azul, su rescate fue el 22 de mayo pasado. «Mojoe estaba hecho pedazos» cuenta Anne Guzmán, presidenta de Koncientizando. El reporte cuenta que el animal cayó de unos 20 metros de alto. Cuando fue rescatado tenía un severo golpe en los pulmones, fractura en mandíbula y en una pata trasera; nadie pensó que sobreviviría.

Luna, por su parte, estuvo varios días sola después de haber sido atropellada. La encontraron con el hueso expuesto de una pata que comenzaba a necrosarse.

Hugo Larios, de la Unidad de Rescate Animal México, les dio oxígeno, medicamentos para el dolor y un cuidado especial hasta que la ingresaron a una clínica. La unidad de rescate donde Hugo colabora recibe unas 25 llamadas de reportes a la semana, el mes pasado realizaron 83 servicios de animales accidentados, heridos o atrapados en el área metropolitana.

La Rehabilitación

Foto: Koncientizando

A Luna y Mojoe les realizaron estudios de sangre, radiografías y tomografías en el Centro Veterinario México. Luna recibió lavados quirúrgicos en el hueso hasta que pudieron colocar un estabilizador en su pata. Mojoe estuvo en quirófano cuatro horas para reconstruir su pata y mandíbula. 15 personas de medicina interna, ortopedia, hospitalización, terapia intensiva y guardia participaron en la recuperación médica que todavía continúa.

Aún cuando el Centro Veterinario es aliado de Koncientizando, muchos de los gastos tienen que pagarse. Las complejas cirugías de Mojoe, sus medicamentos y hospitalización alcanzaron una cuenta que ronda los 50 mil pesos; con Luna el gasto fue cercano a 35 mil.

«¿Por qué no van a merecer una atención médica profesional?», pregunta Anne Guzmán. «Cuando los animales tienen la posibilidad de poderse rehabilitar intento sacarlos adelante a como dé lugar».

Los gastos, sin embargo, no terminan con el servicio médico. Al salir del hospital, los animales necesitan un lugar donde recuperarse. Koncientizando opta por hogares temporales. No se trata de jaulas frías, sino de un espacio abierto para que los animales víctimas de maltrato no sufran de nuevo el encierro y que aquellos que superaron cirugías puedan ejercitarse. El lugar con jardín de 800 m2 cuesta 15 mil pesos al mes. Esto sin contar el alimento que, para algunos caninos, debe ser especial si es que padecen alguna enfermedad hepática.

Encontrar hogar

Foto: Koncientizando

Quienes ven las fotos del antes y después de los perros se enamoran con facilidad; a muchos, sin embargo, el amor se les acaba cuando deben llenar una solicitud de adopción. «Cuando ven que es un muy serio… se echan para atrás » comenta Anne quien insiste en que, después de todo el esfuerzo y el gasto, sería un error entregar un perro a un dueño irresponsable.

Además de las pocas adopciones está la deuda económica que crece. Asociaciones como Koncientizando se mantienen de donaciones y aportaciones voluntarias que están a la baja. «Hacemos eventos los domingos para que convivan con los perros, los paseen un rato o aporten para su alimento, pero cada vez va menos gente» cuenta Anne

Luna espera la visita con el doctor para retirar el aparato y ver si su pata tiene fuerza suficiente; de no ser así, entrará de nuevo a cirugía. Mojoe espera los resultados de un nuevo examen de sangre que determinará si hay alguna irregularidad, ya que aún con alimento y medicina, no logra subir de peso.

Ambos casos son un ejemplo. No sólo se trata de croquetas y un buen baño. Rehabilitar un animal requiere una inversión descomunal y mucho tiempo. Ante eso, muchos prefieren optar por razas puras, perros de criadero, que muchas veces también terminan en las calles.