Si el clima caluroso que en estos momentos sufrimos los habitantes de esta ciudad no es suficiente para desesperarnos, ahora también vamos a tener que chutarnos una mega marcha de maestros de la sección 22 del SNTE de Oaxaca –otra vez– con su respectivo mega plantón en el Zócalo –uno más, a ver si caben–.

Como es inminente el arribo de todos estos maestros y pensando tanto en el enojo de los ciudadanos como en el congestionamiento vehicular, aquí les dejamos una lista de 9 cosas que losmaestros deOaxaca deberían traer al D.F. en lugar de puro caos.

El mezcal

¿Por qué?
No es que alentemos el alcoholismo ni que estemos a favor de que los conductores manejen con unas copitas de alcohol encima, pero si ya no queda de otra más que ver cómo llegan los marchistas tipo marabunta en la selva, pues lo mejor seria aplicar el dicho: “Para todo mal Mezcal, para todo bien… también”. También estaría bien usar la táctica Homeriana, llamar al trabajo y mientras damos un sorbo, decir: "¡Estoy enfermo, no puedo ir a trabajar!".

Los tamales oaxaqueños

¿Por qué?
Ya que andamos con lo del mezcal, qué tal les caerían unos tamalitos oaxaqueños bien calientitos, pero no como los que venden en los famosos carritos chilangos ("¡Ricos y deliciosos tamales!)… No, nosotros hablamos de uno de a de veras, de esos que vienen envueltos en su hoja de plátano con una buena porción de carne y el caldito que se les escurre al momento de abrirlos y comenzar a comerlos.

El mole negro

¿Por qué?

Al igual que los regalos, los padrinos y los gorrones, este delicioso ingrediente es infaltable en fiestas de cumpleaños y de XV años. Con un sabor picosón y amargoso, este se antoja con una pierna de guajolote y un platón de arroz a la mexicana. Si no lo han aplicado, venga, inténtenlo y siéntanse como en la película de Cómo agua para chocolate.

Queso Oaxaca

¿Por qué?
Ese queso hecho bolita, que muchos nos preguntamos cómo preparan, se antoja para ahora –justamente– que viene la final de la Champions League. No estaría nada mal tenerlo como botana o en unas quesadillas bien calientitas. Nada más aguas a la hora del bocado, no estaría padre que te dieras tremenda quemada con el queso derretido.

Tlayudas

¿Por qué?
Cómo si se tratara de una pizza, por su tamaño e ingredientes, estas tortillas de maíz hechas a mano, cubiertas de quesillo –queso Oaxaca–, con frijolitos, tasajo de res –parecido a la cecina–, lechuga, cecina de res o de puerco, salsa verde o de gusano de maguey son de las cosas que amaríamos comer todos los días.