Después del terremoto del 19 de septiembre, los periodistas Diego Parás, Paula Beatriz Velazco, Sergio Peregrina, Ana Warman y Sofía Viramontes notaron que, ante la emergencia de los rescates y los derrumbes, ciertas historias no estaban siendo contadas. Los relatos de los objetos extraviados en el sismo y el proceso de los damnificados por recuperar ese patrimonio, por ejemplo. Fue así que, al calor de los días posteriores a la tragedia, crearon Archivados19S, una pequeña plataforma para reunir las historias que se iban encontrando en el camino.

objetos extraviados en el sismo

Ilustración: Enrique Parás

El 21 de septiembre, Elizabeth recibió una llamada de Sebastián, el operador de la grúa que estaba levantando escombros en el número 4 de Escocia, el edificio derrumbado donde ella vivía con su esposo. Sebastián encontró su número en una tarjeta de presentación y le dijo que estaban saliendo muchos objetos suyos.

Durante varios días habían intentado entrar a la zona de desastre para rescatar sus pertenencias. No tuvieron éxito. «No nos dejaron entrar ya que habían llegado los militares y marinos», cuenta Elizabeth.

Su primera pista para encontrar sus cosas fue una agenda. Mientras caminaban por Ferrol y Escocia buscando sus pertenencias, su esposo reconoció el librito en las manos de un militar. Elizabeth se la había regalado y tenía una dedicatoria adentro, decía “Leoncito»: «Mi esposo se la obsequió al soldado, pero le pidió de favor que lo llevara al control donde tenía las cosas».

Objetos extraviados en el sismo

Ilustración: Maxim Zaragoza

Aquí puedes leer toda nuestra cobertura del sismo del 19 septiembre 

El sismo del 19 de septiembre ocasionó 38 derrumbes en la Ciudad de México, dos de ellos fueron a una cuadra de distancia, en las calles de Edimburgo y Escocia, en la colonia Del Valle. Cuando escucharon el desplome, unas 100 personas que se encontraban cerca de esa zona fueron a ayudar en las labores de rescate. Algunos de ellos no iban vestidos adecuadamente para quitar escombros, pero querían ayudar de todas maneras. Notaron que existían cientos de objetos extraviados en el sismo, que la gente estaba buscándolos y que muchas pertenencias salían de entre las piedras, sin que nadie las reclamara. Cada uno por su lado fue recolectando las cosas que pudieron sacar de las cubetas llenas de escombro que iban pasando de mano en mano, hasta llegar a un terreno baldío que se encuentra sobre avenida Eugenia, a una cuadra de ambos edificios.

Así nació el Archivo Civil. Era una forma de evitar que los objetos extraviados en el sismo, aquellos con valor sentimental o monetario, terminaran en la basura. Un equipo de voluntarios tomó prestado el estacionamiento del Soriana de avenida Eugenia para ahí poner el archivo; el gerente del supermercado les dio el permiso para usarlo por el tiempo que fuera necesario.

Objetos extraviados en el sismo

Bodega ordenada por Archivo Civil

De forma paralela, militares y otras autoridades hicieron su propio archivo en el verificentro de Gabriel Mancera. Las pertenencias que ahí se reunieron fueron enviadas a unas bodegas de la delegación Benito Juárez, al Ministerio Público frente a Parque Delta, a una bodega en Avenida Río Churubusco –utilizada para guardar los desperdicios de la delegación: juegos rotos de parques, basureros inservibles, etcétera– y a una bodega en Iztapalapa. Muchos de los objetos extraviados en el sismo continúan allí, empolvándose.

Muchos objetos extraviados en el sismo esperan a sus dueños

Hasta ahora muchas de las pertenencias de Elizabeth continúan perdidas, pero han podido recuperar algunos documentos, como pasaportes y visas. A Elizabeth le duele haber perdido, entre otras cosas, su anillo de compromiso. Todavía guarda esperanzas de encontrarlo escondido en alguna de las bodegas. Su búsqueda, sin embargo, la llevó a involucrarse en el proceso de recuperación de pertenencias, se volvió la vocera y el vínculo entre la autoridad y los vecinos.

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«Yo creo que 40% (de los habitantes) de nuestro edificio eran de la tercera edad, tampoco había muchas personas que pudieran hacer la labor que nosotros hicimos», cuenta.

Así conoció cuáles eran los requisitos para negociar la devolución de documentos en la Consejería Jurídica de la Ciudad de México. Cada que sospechaba que alguno de los objetos extraviados en el sismo, alguna de las cosas que veía en los archivos, pertenencia alguno de sus vecinos, se comunicaba con ellos por un grupo de Whats App. Así pudo recuperar monedas y joyas que pertenecían a las personas que habitaban el mismo edificio que ella.

Elizabeth fue la responsable de hacer los listados de las pertenencias de los vecinos. Su trabajo ha sido esencial en la recuperación de objetos de todo tipo en su edificio. Hurgó entre el archivo civil instalado en el Soriana y en el archivo alterno que los militares establecieron en el verificentro de la colonia. Cada objeto era notariado y canalizado al Ministerio Público, incluso las cosas que no podían tener comprobación de propiedad.

También ha sido la gestora de los archivos, ella ha coordinado que los vecinos puedan ir a las bodegas de la delegación Benito Juárez y Parque Delta. En la delegación le confesaron que no tenían la capacidad de atender a todos porque su edificio no era el único que había colapsado. Sin embargo, los acuerdos realizados con la delegación, el seguimiento de los casos de cada departamento y la devolución de los documentos de identidad han sido logrados por el diálogo entre Elizabeth y las autoridades.