Los días de precontingencia ambiental ya pasaron, pero el fantasma de su regreso quedó latente y a raíz de ello la Secretaría del Medio Ambiente planteó la posibilidad de aplicar un programa similar al “Pico y Placa”, que se utiliza en Bogotá, Colombia, y que restringe el uso del automóvil en horas pico, según el número de placa.

O sea, básicamente, es como un segundo “Hoy no circula”, que te obligaría a bajarte de tu automóvil en los horarios de más congestión para que te atrevas a subirte al transporte público. ¿suena bien, no?

Metiches y contreras que somos, fuimos a preguntarle a un especialista al respecto y nos dijo: no necesariamente.

La cuestión con el “Pico y placa” es que al igual que con el “Hoy no circula”, hay maneras de darle la vuelta. La más común sería comprarte un coche para utilizarlo los días que no puedes usar el otro.

“Esto no implica que se va a dejar de usar el auto, simplemente quieren distribuirlo por horarios y tampoco va a tener una mejoría significativa en la calidad del aire“, dice Salvador Medina, líder de estrategias de reducción del uso del automóvil en el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en ingles).

De acuerdo con el especialista la restricción tendría que ser distinta para que fuera más efectiva, algo similar al “Cargo por congestión” que se utiliza en Londres, Inglaterra, donde se aplica una tarifa por entrar en automóvil al centro de la ciudad.

“El Centro del Distrito Federal es la zona que mejor está servida de transporte público. En zonas donde tienes las opciones es lógico hacerlo”, dice.

Aunado a eso también tendrían que aplicarse otro tipo de restricciones como impuestos por emisiones contaminantes y endurecer las normas de verificación vehicular.

Pero sinceramente, ¿qué tan malo sería que hubiera mayores restricciones al uso del automóvil?, “definitivamente lo primero sería una mejora en la calidad del aire, que repercutiría en menores enfermedades para toda la población, segundo la reducción del congestionamiento vial”, dice Salvador Medina.

Además de que a menos autos por las calles también menores accidentes y también habría que pensar en la lana que te ahorrarías en gastos de gasolina y desgaste de tu “unidá”.

Así que piérdele el miedo a bajarte del coche e intenta viajar en transporte público, en una de esas te das cuenta que es bueno o malo y te despierta los ánimos para exigir un mejor transporte.