Primero vamos a definir lo que NO es elegancia: Playera del América metida en tu pantalón de casimir, no es elegante. Crocs con calceta blanca para ir al súper, tampoco. Camisa abierta hasta el ombligo, no es elegante.

Ahora que se acerca el 14 de febrero hay que vestirse como dandy: sería una pena que fueras a la cantina con tu pareja vestido como pedigüeño ¡no señor! La etiqueta dicta que vayas de traje, camisa, corbata, calcetín, zapato y rematarlo con un sombrero que te haga ver como el señor feudal de la oficina.

Sabemos que gastaste mucho en el regalo que le darás a la damita y en la cena especial que tienes preparada, pero ese no es pretexto: en Chilango visitamos los puestos de ropa de segunda mano que hay en el centro de la ciudad para darte las mejores opciones y que luzcas a la altura de la ocasión.

La ropa de segunda mano es una tradición en la zona centro de nuestra capirucha: la mayoría de ella sale de pacas que traen desde Estados Unidos, hay otra parte que viene de saldos de fábrica y un pequeño porcentaje son cosas recicladas, de los mismos chilangos. Como nos dijo Don Julio, vendedor de la calle de Balderas: “Toda esta ropa es de buena marca, pero usada. Recomendamos lavarla muy bien antes de ponértela, pero es de calidad. Yo mismo escojo lo que traigo en el puesto ¡y si no te sale buena te la cambio!”

Los precios

Nos fuimos a lo caro. Un traje Hugo Boss, 700 pesos. Demasiado para nuestro presupuesto miserable. Pedimos otras opciones: traje de una marca desconocida: $350. De tela rasposa pero que de lejos se ve bien. Aún así vimos alternativas: chamarra de cuero raspada de los codos, 200 pesos. Pantalón de pana, 100 pesos. “Si te llevas ambos te los dejo en 270 pesos”, nos dijo el vendedor. Con eso la hacemos.

69700r

r

En las camisas hay más variedad: desde 300 pesos las más caras, hasta 50 pesos una que tenía tela casi transparente. Uno no se puede poner exigente, pero tampoco vas a enseñar tu anatomía, así que con 70 varitos agarramos una de color gris rata.

Falta la corbata: 25 y 30 pesos. No esperes corbata de seda, son de acrilán con estampados traídos de la década de los 50. Lo retro es cool, así que tomamos una de 25 pesotes. Casi estamos listos.

Los calcetines son sencillos: de color obscuro para no desentonar. Olvídate de los estampados o de los que tienen el logo del Cruz Azul. Tres pares por 60 pesos, uno solo a 25.

Los zapatos nos dieron un poco de problema porque ya no hay vendedores de cacles de segunda. Encontramos un zapatero en la calle de Victoria, que arregla él mismo lo que sus clientes le venden a precio de risa y hasta los bolea. Ahí sí nos dio un poco de asquito pero nada que un poco de talco no arregle: zapato mocasín, 120 pesos. Media bota, $250. Bostoniano (ya ni tu abuelo usa eso) $150. El mocasín está bien.

69699r

r

Costo total para que parezcas un licenciado de tribunal: 510 pesos ¡Nada mal! Más dinero te vas a gastar en el cine del fin de semana o en esa cena especial. Después de probarnos todo tuvimos que pasar por un proceso de desinfección pero ganamos elegancia y distinción.

Pero cuéntanos ¿has ido a comprar ropa de segunda?