Era el martes 25 de abril cuando Mikonika Q Love acudió acompañado de dos amigos al museo Memoria y Tolerancia, ubicado en Avenida Juárez número 8, con la intención de tomar fotografías como parte de su proyecto ‘Dragas en la calle’.

Su intención no pudo concretarse.

“El vigilante no me dejó poner siquiera un pie dentro, argumentando que no podía pasar (vestido) así”, denunció a través de un video que compartió en sus redes sociales.

El hecho rápidamente causó indignación entre los internautas, quienes le aconsejaron llevar el caso ante las instancias correspondientes. Mikonika así lo hizo: interpuso una denuncia formal ante COPRED y CONAPRED, además de llamar a una protesta pacífica performática a las afueras del citado museo, el día miércoles 26 de abril.

Ante los hechos, Mikonika refiere que el museo ha intentado deslindarse de cualquier hecho discriminatorio, argumentando que si no se le permitió el acceso no fue por su manera de vestir, sino porque no habría comprado su boleto de entrada y porque no había tramitado los permisos necesarios para hacer la sesión de fotos que tenía planeadas.

“Ese es un absurdo”, —relata Mikonika en el mismo video—. “¿Cómo iba a comprar mis boletos si el guardia no me dejó poner siquiera un pie más allá de la reja de entrada?”. Acerca de la falta de permiso para hacer la sesión fotográfica argumenta: “en ese momento ni siquiera había externado mi intención de hacer una sesión para mi proyecto. Un amigo mío llevaba la cámara y ni siquiera la sacó de su estuche. ¿Cómo iban a saber que yo iba a tomar fotos? Esa información se les dio a conocer hasta después”. Y continúa: “si por lo menos me hubieran dejado pasar a preguntar qué es lo que yo necesitaba para tramitar ese permiso, con gusto hubiera hecho el trámite. He estado en muchos otros museos antes, vestido como me visto y maquillado como me maquillo, y en ningún otro me habían negado la entrada”.

“Tenemos un código de vestimenta” y “quiere publicidad gratuita”

Mikonika compartió con nuestra redacción un screenshot en el que un amigo suyo interactúa con la presunta cuenta de Facebook del Museo Memoria y Tolerancia. En esta captura de pantalla se puede leer que, en efecto, se le negó la entrada por su vestimenta: “Así es Antonio. Tenemos un código de vestimenta y, como la mayoría de nuestros visitantes pueden entender, no somos un museo como Bellas Artes, el Estanquillo o Sumaya [sic]. No mostramos obras de arte, nuestros temas son más solemnes y muestran tragedias, por eso tenemos el código de vestimenta”.

Más adelante, en el mismo screenshot se puede leer: “evidentemente quiere publicidad gratuita, de otro modo, nos hubiera contactado para agendar la cita para las fotografías”.  Al respecto de estas declaraciones, Mikonika, en entrevista con Chilango, declara: “¿Que quiero fama? Me pone triste que quieran escudarse en el argumento de que busco fama, cuando yo sólo quiero un porqué no se puede entrar así (maquillado y con atuendo femenino)”.Al respecto de las reacciones negativas que ya comenzaron a suscitarse, comentó con nosotros: “hay un chico de Querétaro que me está violentando. Él ha publicado en mi Facebook personal y en la página de ‘Dragas en la calle’ donde dice que ‘el museo no es para mariconadas’ y que ‘se la mamo’ a la gente en la calle, por eso no pagué mi boleto y que deberían darme una madriza”.

En relación a por qué ha usado su nombre drag y no su nombre de pila en sus declaraciones, Mikonika nos confía: “prefiero usar mi nombre drag por los mensajes de odio que me llegan ‘por mis joterías’. Es muy triste que cuando uno denuncia lo hace también por los demás, para que hechos así no se repitan. La denuncia se hace también pensando en los otros; yo en lo personal busco que a nadie le pase lo mismo que a mí”.

El comunicado oficial del Museo Memoria y Tolerancia afirma: “El Museo Memoria y Tolerancia tiene un costo de entrada para acceder a las exposiciones permanentes y temporales. Los costos son públicos y las taquillas se encuentran en el exterior del Museo. Mika Aslan /Mikonica Q no cubrió el costo de entrada, no tenía acreditación para una sesión fotográfica ni estaba su asistencia confirmada en las actividades gratuitas del museo; y hasta este momento no ha tenido ningún acercamiento con nuestra institución a través de canales formales”.

Al respecto, Mikonika afirma continuar con la denuncia en las instancias correspondientes. “Ya acudí tanto a CONAPRED como a la Comisión para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México. De hecho mañana vuelvo a ir a COPRED porque ahí es donde se inició todo el proceso”.