René Drucker Colín, investigador y científico de la Universidad Nacional Autónoma de México, y quien fuera titular de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la ciudad, falleció la noche del 17 de septiembre a los 80 años de edad.

¿Por qué es un ícono entre los divulgadores de la ciencia? Porque Drucker logró trasplantar células suprarrenales en el cerebro para controlar el mal de Parkinson. Este gran avance para la ciencia lo logró en octubre de 1986 desde el Hospital La Raza… sí, en la Ciudad de México.

Ese descubrimiento lo apuntaló hacia un nuevo reto para tratar el mal de Parkinson, ya que -aunque no logró la cura completa- fue un gran avance en la lucha para evitar la regeneración del sistema nervioso central, un hecho que trascendió a nivel mundial.

Drucker estudió psicología, neurobiología y fisiología, además de que colaboró en el Instituto Miles de Terapéutica Experimental y fungió como jefe del Departamento de Psicobiología en la Facultad de Fisiología de la UNAM, de 1972 a 1973.

En mayo de este año recibió el doctorado honoris causa por sus aportaciones a las neurociencias y la divulgación científica.

Hasta el momento, diversos personajes de la comunidad científica, así como la UNAM, han manifestado sus condolencias a través de las redes sociales.