¿Sabes quién fue Magdalena Contreras? ¡Pues nadie!

El nombre de esta delegación política de la Ciudad de México se debe a la mezcla de dos momentos históricos que tuvieron lugar en esta zona que, hasta hoy, mezcla la tradición original chilanga con bellos espacios naturales. Entonces, ¿de dónde viene el nombre? Acá va la historia.

Primero, contemos cómo surgió el nombre de Magdalena.

En la época prehispánica, Atlitic era una población localizada al suroeste de lo que hoy es la Ciudad de México y que fue dominio tepaneca y tributaria de los mexicas. Sus habitantes ya se dedicaban a la agricultura, floricultura y a la pesca en barrancas, pequeños lagos y, especialmente, en los ríos Eslava y Magdalena.

Bueno, estos nombres de los ríos, como el Magdalena, se los pusieron después de 1535, durante la Colonia, cuando Hernán Cortés le encomendó a los misioneros franciscanos y dominicos la evangelización de los indígenas de este lugar, por lo que impusieron como su patrona a María Magdalena y fundaron el pueblo de Santa María Magdalena Atlitic.

Hoy, es el primer pueblo mágico de la Ciudad de México. Por cierto, Atlilic significa “lugar donde hay mucha agua”.

¿Y Contreras?

A lo largo del Río Magdalena se instalaron diferentes fábricas para aprovechar su agua y su corriente para elaborar diversos productos, como telas y papel.

Una de las primeras empresas que se instalaron ahí fue una fábrica de productos textiles propiedad de alguien llamado Tomás Contreras, quien también poseía una hacienda en el lugar y mandó a construir casas para sus empleados —las cuales todavía están ahí—.

La zona se empezó a conocer como “Contreras” y, con el tiempo, se instalaron nuevas fábricas —donde hoy está el Foro Cultural, se encontraba la fábrica textil El águila—; inclusive, fue un lugar importante para el desarrollo del ferrocarril en la ciudad.

Así, el 31 de diciembre de 1928, se decretó la división del entonces Distrito Federal en delegaciones y, una de ellas, fue “Magdalena Contreras”.

Esa es la historia.