¿Cuántas veces te has quedado callado sin poder decir lo que piensas o sientes? Sin duda has guardado para ti infinidad de comentarios, desde defenderte de una acusación sin fundamentos, querer levantar la voz ante una injusticia social o decirle a esa persona que te gusta lo mucho que la quieres.

¿Te imaginas que todas esas palabras o emociones se reflejaran en tu cuerpo? Una mañana sin darte cuenta despiertas y sobre tu torso tienes frases que expresan todo lo que el día anterior sentirte. El estrés por haber llegado tarde al trabajo gracias al tránsito lento de la ciudad, la tristeza de despedir a un familiar querido que vuela a otro país, o la felicidad de haber pasado una noche increíble con la persona que amas.

Frases como: te amo, te extrañaré, estoy cansado, esto es injusto, no entiendo lo qué pasa y es el mejor día de mi vida pueden aparecer en tu rostro, brazos y cuerpo. Si surgiera esa posibilidad de la nada seríamos seres transparentes, transitando por la calle con un letrero personal que nos antecede, sin tener que estamparlo en cartulinas o mantas.

El Paseo de la Reforma o la avenida Insurgentes se verían llenos de body paints, miles de obras de arte corporales transitarían con un mensaje, y harían posible el que ya no fuera necesario soportar las pesadas manifestaciones, tampoco habrían más gritos ni consignas, todos gritarían pero en silencio. El mundo lo escucharía todo y vería el mensaje sin tener que prender un televisor, comprar un diario o escuchar la radio.

El cuerpo es el mejor mecanismo que existe, hacerlo un lienzo sería acertado. No es difícil lograrlo, hoy los tatuajes son una muestra de ese deseo por expresar gustos y sentimientos, con un body paint no sólo le das paso al arte en otra forma, sino que te otorgas la oportunidad de experimentar, de no juzgar, de ser auténtico, de crear y de salir a la calle lejos del pudor, pues al final nacimos sin vestimenta, sólo con la piel como protección ¿por qué no adornarla y mostrarla?

Te has preguntado qué sería lo primero que te pintarías y cómo lo harías. Vive la vida, disfruta, grita en silencio, pero sobre todo, piensa en la oportunidad de lanzarte a lo desconocido y romper los estereotipos de comunicación. No necesitas palabras, sólo píntate de colores.