Canción de tumba(Mondadori), del escritor mexicano Julián Herbert, es una obra que oscila entre una falsa autobiografía(en realidad la historia de su madre, el epicentro, por momentos sólo parece una excusa) y una crítica a la literatura a partir de ficciones inconclusas; una de las novelas más importantes de este año con una historia inquietante y dura pero de una belleza extremadamente humana. No hay en ella un ápice de melancolía pero sí mucho de cinismo y “dolor lúcido”. Obtuvo con esta obra el Premio Jaén de Novela Inédita 2011 y el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2012.

Recomendaciones:Autos usadosde Daniel Espartacos (Mondadori) yTeoría de las catástrofes(Alfaguara) de Tryno Maldonado. De poesía, vale la pena leer la obra reunida del defeño Inti García Santamaría:Nunca cambies(Aldus), fabricada a partir de deliciosas y ambiguas viñetas que por su encanto, subrayan aún más el drama de la adolescencia perpetua y la enfermedad (física y amorosa): cambio constante, veloz e irreversible. O incluso la compilación de obra poética de Jorge Fernández Granados:Si en este mundo todavía(Almadía/Conaculta). Para lamentar: la muerte de Carlos Fuentes y la de Ray Bradbury. Dos colosos que nos legaron regiones transparentes y paisajes cósmicos que extrañaremos en lo sucesivo.