En nuestro amado Distrito Federal no todo es miel sobre hojuelas. Nos quejamos del tráfico, de las marchas, de los pocos lugares para estacionarse, del smog, de las aglomeraciones, de la inseguridad, y un largo etc., pero hay un enemigo letal al que no mantenemos presente las 24 horas del día (¡qué bueno!): los temblores.

Tenemos muy claras las zonas que nos gusta visitar, los lugares en donde nos late reventar, incluso a los que ni por error nos asomaríamos, pero tal vez desconocemos cuáles son las áreas más vulnerables a la hora de las manifestacionesen escala Richter.

Con motivo del 27 aniversario del terremoto de 1985, hicimos una lista muy útil de las colonias más riesgosas en caso de un movimiento telúrico, las que son más propensas a sufrir derrumbes y, por ende, en las que pídele al destino que no te agarre el temblor.

Según datos de la Secretaría de Protección Civil del DF, 2 mil 831 edificaciones resultaron con algún daño causado por el sismo del 85, de ellas, 31 por ciento quedó en ruinas.

Desglosemos. La delegación Cuauhtémoc fue de las más afectadas. La colonia Roma, donde nos encanta tomar cerveza en la Nacional, el Red Fly o el Bengala Bar, sufrió varios derrumbes en las calles de Tonalá y San Luis Potosí, Tehuantepec, Álvaro Obregón y Colima.

También podemos hablar del Multifamiliar Juárez, que se vino abajo y está muy cerca del famoso Mama Rumba.

El hotel Regis dejó su huella en la Juárez, cerca de la Alameda Central y por los rumbos del Metropólitan; mientras que en la Doctores se perdieron muchas vidas con la caída del Hospital General y de las instalaciones de Televisa Chapultepec, por la Arena México y no muy lejos del Patrick Miller, por ejemplo.

Fue en esta misma colonia en la que perdimos a un ícono del rock mexicano, Rockdrigo González, quien perdió la vida aquella mañana, en un edificio ubicado en la calle Bruselas, por los rumbos del Milán (mmh, sus mojitos) o el ilustrativo Museo de Cera.

Agreguemos las bien conocidas Condesa, Guerrero, Tlatelolco, Morelos, Obrera, y parte norte de la Narvarte y la Álamos (en Benito Juárez).

Debemos estar conscientes de que vivimos en una ciudad altamente sísmica, con un promedio de 10 movimientos telúricos de mediana intensidad al año, lo cual nos debería motivar para crear planes de acción que prevengan una catástrofe.

Recuerda que la más alta tecnología suele fallar en esos momentos tan importantes, sí cuando más la necesitas. Así que lo mejor es ponerte de acuerdo con tu familia y fijar un punto de reunión en caso de que sea necesario.

No queremos asustarte, pero más vale prevenir que lamentar pues estas zonas son las que más centros de “esparcimiento” y de trabajo concentran.

Si tienes tus dudas sobre el “no corro, no grito, no empujo”, mejor únetele al megasimulacro que el Gobierno del DF tiene organizado para recordar la fecha.