Este coctel Motolov sí que estalla en un campo de batalla idóneo, hace un ruido ensordecedor que busca incrustarse en jóvenes oídos y avienta metralla a quien se deje tocar por el poder de la conciencia social, la crítica a la clase política y el rock. Y así suena y se ve este documental.

Olallo Rubio, director de cine y veterano de la radio, esgrime en pantalla la historia del grupo Molotov para narrarla paralelamente a la tragicomedia de la historia política mexicana; así creó el documental Gimme the Power. En un tono de crítica ácida, a veces de denuncia, pero en todo momento como una frontal protesta hacia la clase política, la televisión comercial y las estructuras de poder, esta cinta posee el desenfado irreverente que ha caracterizado a la banda desde que inició en 1995.

Uno piensa: qué casualidad que el estreno de este documental sea en medio de la contienda política por la presidencia, ¿no? Por eso, les preguntamos a Olallo Rubio, Miky Huidobro y Randy Ebright si fue una estrategia comercial o simple oportunismo. Olallo nos respondió: “No es oportunista, es oportuno. Nosotros, por ejemplo, no sabíamos que se desatarían movimientos estudiantiles como el de la Ibero. Llevamos más de un año trabajando en este proyecto y lo empezamos a planear desde 2003. En realidad queremos sumarnos a los cuestionamientos al poder, y eso debe hacerse gane quien gane la elecciones”.

Gimme the Poweres para su director la oportunidad que tienen las generaciones jóvenes de enterarse de lo que sucedió en el país hace más de una década y para que, a través de la música, los jóvenes puedan colocarse en posiciones contestatarias y críticas frente a la autoridad. “La música es un lenguaje universal, es el arte más espiritual de todos y tiene mucho poder”, dice Olallo Rubio.

Las primeras imágenes de este documental fueron presentadas durante la pasada edición del Vive Latino, pero su estreno comercial será hasta el 1 de junio con 45 copias. Incluye opiniones personales de Paco Ayala, Micky Huidobro, Tito Fuentes y Randy Ebright, además de comentarios y entrevistas con personalidades como Juan Villoro, Javier Solórzano, Fernanda Tapia y Gustavo Santaolalla.

Para Molotov, ser contestatarios, críticos e irreverentes frente al sistemaya es un estilo de vida y una manera de autoafirmarse frente a la realidad del país. Arriba del escenario, y fuera de él, su posición siempre ha sido clara y directa. Por eso también les preguntamos acerca de la autocensura, un concepto muy alejado de ellos, pero que presente en los medios, sobre todo cuando se trata de un grupo tan “incómodo” para el statu quo.

Randy toma el asunto de frente: “A nosotros no nos afecta decir lo que pensamos de manera honesta y directa. Hay bandas que lo hacen más metafóricamente. Nuestro estilo -y nuestro entorno- desde que empezamos siempre fue directo porque es una gran responsabilidad tener un foro para expresar lo que sientes. La responsabilidad empieza por ser honesto contigo mismo y nosotros buscamos nunca traicionarnos a través de la autocensura. Nos sentimos orgullosos de que por lo menos tratamos de hacer que la gente se entere de lo que pasa en el país con nuestra música”.

En algún momento, de hecho, el documental presenta a Juan Villoro, quien asegura que nos hace falta el soundtrack del descontento. “Gimme the power”, la rola, suena mientras vemos un país en crisis permanente y luchando por alcanzar una democracia verdadera.